Sociedad

Qué hacer con los niños en casa sin morir en el intento

Con el cierre de los centros educativos los padres añadimos a nuestras labores habituales tener que hacer de 'profes sustitutos' con el añadido que supone ahora el deber de mantener a los más pequeños todo el día dentro de casa.

 

Para los niños el hecho de no salir a la calle es una gran fuente de ansiedad, ya que necesitan liberar mucha más energía que los adultos, así que la tarea de los padres se complica… hay que tenerles entretenidos y, en la medida de lo posible, tratar de aprovechar estos días de “vacaciones obligadas” para que no cese su formación.

Para los alumnos de educación primaria y secundaria, los colegios, en general, están dando muchas pautas de actuación y enviando una gran cantidad de tareas y temario que deben trabajar por su cuenta. Pero, ¿qué pasa con los más peques?

Lo primero que se recomienda es que mantengan los horarios y las rutinas del periodo escolar en la medida de lo posible. Para los niños de tres o cuatro años es más importante que sean capaces de mantener un orden con sus juguetes, que en los juegos vayan aprendiendo a tolerar la frustración si algo no sale como ellos quieren, que ayuden en pequeñas tareas como poner la mesa y recogerla… que el hecho de colorear, escribir o aprender letras. Establecer límites prevalece sobre otras actividades “más académicas”.

Recuerda que a esta edades les cuesta mantener la atención durante largo plazo, con lo que es interesante cambiar de actividad cada poco tiempo.

No obstante, y para trabajar las distintas rutinas que suelen realizarse en el cole, aquí os damos algunas ideas:

  • A PONERSE GUAPOS: antes de empezar prepara a tu hijo como si fuese al cole. Hay que lavarse, peinarse, vestirse… procurando fomentar siempre su autonomía. Incluso puedes ponerle el baby para que se sienta como en clase.
  • ASAMBLEA: cuando los niños llegan al aula se reúnen para saludarse, dar los buenos días y tomar conciencia de que empieza la actividad escolar. En casa sería suficiente con cantar alguna canción de “buenos días” de las que seguro ya conocemos o que podemos encontrar fácilmente en internet.
  • ACTIVIDADES MÁS FORMALES: en numerosas páginas y blogs de educación podemos encontrar fichas para trabajar con los niños los números, las letras… En este sentido hay dos factores importantes. El primero es encontrar el material adecuado a su edad y, el segundo, procurar no trabajar solo destrezas aisladas y carentes de contenido, sino informarnos del proyecto o tema que están trabajando en el aula y preparar actividades relacionadas con él. Recuerda que además del material impreso hay mucho contenido audiovisual en la red (tendrás que cerciorarte de que es adecuado) y a los niños les resulta muy atractivo.
  • DESARROLLO DEL LENGUAJE: hay que promover que se expresen, leer cuentos con ellos, preguntarles por la historia que estamos leyendo… Además esta es una manera de estructurar su pensamiento, lo que favorece las capacidades lógico-matemáticas relacionadas con la secuenciación.
  • PSICOMOTRICIDAD FINA: podemos poner cuencos con diferentes materiales (pompones, cintas, botones, lacitos de pasta... lo que tengamos por casa) y que tengan que traspasarlos de un cuenco a otro, mezclar los materiales y clasificarlos después, cambiar los criterios de clasificación, hacer dibujos con ellos… ¡imaginación al poder! Podéis trabajar también con palitos de Mikado para que intenten meterlos en un colador o usar pinzas de colores para clasificarlas juntas en cartones. La clásica plastilina también es un buen recurso.
  • PSICOMOTRICIDAD GRUESA: ¡baila! Disfruta moviéndote con sus canciones favoritas y pasa un rato divertido con ellos. Puedes preparar también algún circuito o gymkana por casa, les encantará.

Hay que potenciar su creatividad dejándoles distintos materiales para que lleven a cabo creaciones diversas

  • SACA EL ARTISTA QUE LLEVAS DENTRO: todo lo que haya por casa para colorear puede servir: pegamentos de brillo, pegatinas, lápices, acuarelas, etc. Todo es válido para plasmar sus ideas en papel, en lienzo o decorar cosas. Hay que potenciar su creatividad dejándoles distintos materiales para que lleven a cabo creaciones diversas: palos, hojas secas, materiales reciclados… En general, cualquier material pringoso les llama mucho la atención, y en casa se puede fabricar pasta de sal para que moldeen (solo se necesita agua, harina y sal). Eso sí… ¡hay que estar dispuesto a “enguarrinarse”!
  • CONSTRUCCIONES: los juegos de construcción con bloques desarrollan el ingenio, la motricidad fina y la imaginación. Son de los más completos para los niños de estas edades.
  • MÚSICA: no solo cantar y bailar, sino producir música puede ser de lo más divertido. Cualquier instrumento que haya por casa, especialmente de percusión (si no tenemos, podemos fabricar uno fácilmente y así se motivan todavía más) puede ayudarnos a entretenerles un rato. Se pueden realizar también actividades de relajación con música que pueden venirnos bien para bajar el nivel de activación en determinados momentos.
  • JUEGO SIMBÓLICO: aunque sea una actividad espontánea que formará también parte del juego libre, no pierdas la oportunidad de estimularlo. Juega con tu hijo, asegúrate de que tenga juegos de roles (cocinitas, muñecos, kits de médicos, de profes, de herramientas, etc.) y ayúdale a crear personajes y situaciones. Este tipo de juego desarrolla muchas de sus destrezas y les ayuda a formarse una idea del mundo que les rodea.
  • JUEGO LIBRE: la simple actividad de jugar es didáctica para ellos, no olvidemos el poder del juego.

Puedes realizar también otras actividades que en el cole no pueden hacer, como cocinar con ellos algunas recetas fáciles: tapas, aperitivos, algo de repostería…

Recuerda que a esta edades les cuesta mantener la atención durante largo plazo, con lo que es interesante cambiar de actividad cada poco tiempo. Hacer zonas diferentes en distintos puntos de la casa puede hacerlo más llevadero y dinámico.

Lo más importante es armarse de paciencia, dejar volar la imaginación y no olvidarnos de lo fundamental: compartir y disfrutar de este tiempo con nuestros hijos.