Belleza

Cuidados para ella, piel morenita y bien cuidada

¡Ya está aquí el verano! Calorcito, playa, piscina, terracitas al sol… Sin duda, es una de las épocas del año que más apetecen y no sólo porque vayan asociadas a las vacaciones, sino porque es el momento en que más lucimos “nuestros encantos”. Estar morena es el objetivo y el astro rey se convierte en nuestro aliado.

 

El sol es necesario, entre otras cosas, para que nuestro organismo produzca vitamina D, fundamental para los huesos, y ayuda a liberar endorfinas, que nos generan un gran bienestar mental. Sin embargo, pasar demasiadas horas bajo sus rayos y broncearse en exceso causa envejecimiento prematuro de la piel, aparición de manchas y, en casos más graves, melanoma. Así que como, casi siempre, lo mejor es utilizar el sentido común para poder disfrutar de largas jornadas de playa o piscina, manteniendo la piel sana, hidratada y ¡bellísima!

Cinco claves para un bronceado seguro:

1.Aplicar protectores solares de amplio espectro (UVA y UVB), con factor de protección solar (FPS) de 30 o más, de manera generosa, 20 o 30 minutos antes de exponerse al sol, cada hora y media y tras el baño.

2.Evitar las horas de más calor, de 11.00 a 17.00, y comenzar con exposiciones al sol breves e ir aumentando poco a poco.

3.La cabeza y los ojos también sufren los efectos de los rayos ultravioletas. Un pañuelo en la cabeza o una gorra y unas buenas gafas de sol serán suficiente.
Además de llevar una sombrilla para tener siempre una sombrita cerca.

4.No utilizar cremas solares de un año para otro ya que los filtros de protección que incorporan han podido perder su eficacia.

5. Ingerir suficiente líquido para evitar deshidratarnos. Unos termos fresquitos o fruta rica en agua (sandía, melón, melocotón, albaricoques…) te salvarán la situación.

Al atardecer, una buena hidratación
Cuando acabe el día una buena ducha con agua dulce y fresquita hará que tu piel se sienta reconfortada, pero los cuidados no acaban ahí. El calor, el sudor y el efecto de la sal o el cloro desgastan su capa de protección natural, por lo que es importante reponer los elementos perdidos para mantenerla joven y elástica. En princio, es mejor utilizar una crema after sun a una hidratante normal. Las cremas para después del sol incorporan componentes humectantes, que facilitan la retención del agua, y sustancias antiinflamatorias, como el aloe vera, que reducen la sensación de tirantez en la piel.

¿Y qué pasa con el pelo?
El exceso de sol, cloro y sal también deshidratan el cabello, perdiendo brillo y nutrientes. Por eso, para lucir una buena melena (larga o corta) en verano, es necesario protegerla e hidratarla igual que hacemos con la piel. Se recomienda aplicar un protector solar capilar (en spray, crema o aceite) que defienda el pelo de los rayos ultravioletas. Y cuando acabe el día, una mascarilla reparadora, nutritiva e hidratante, le devolverá toda su salud, además de facilitar el desenredado.

Durante el verano es aconsejable también evitar las planchas de pelo y si has de utilizar el secador lo hagas a una temperatura media. El cabello se reseca mucho en esta época, así que evitarle calor extra no está de más.