Juventud

Linze: "El rock no está en peligro de extinción"

Hace un par de años que hablamos con este grupo de jóvenes. Desde entonces, han cambiado muchas cosas, entre ellas el propio nombre del grupo: Ya no son Guitarsteel. Ahora se llaman Linze. Nuevo nombre que responde más al nuevo carácter y maduración de esta joven agrupación.

 

Siguen siendo los mismos que hace dos años, si bien un poco más mayores. Son Pablo (guitarra), Víctor (guitarra y voz), Carlos (bajo) y José (batería). Forman el grupo Linze, anteriormente denominado Guitarsteel. Nuevo nombre, sí, pero mis­ma pasión y entrega por lo que hacen. La música es su vida y basta con hablar un rato con ellos, o verles en un concierto, para notarlo.

Ahora son más mayores (salvo Víctor y Pablo, que aún tienen 17, el resto ha al­canzado ya la mayoría de edad), y eso se refleja en la implicación que tienen con el grupo y con lo que quieren a futuro. De momento, este grupo de música formado por jóvenes de Boadilla ha tenido la suerte de poder tocar, a pesar de su juventud, en alguna de las salas de conciertos más em­blemáticas de Madrid, como el Hard Rock Café, la sala Clamores... Experiencias de las que intentan aprender al máximo.

Hace unos años ya que os hemos en­trevistado, ¿qué estáis haciendo ahora? Estamos tocando cada vez más (una media de concierto por semana) y en más de 40 salas. Eso implica que madu­res tanto con el instrumento como per­sonalmente. Tocamos casi sin parar en las salas más míticas de la capital (Hard Rock Café, Sala Caravan, Sala Clamores, Centro cultural Galileo...) El público se va acordando de nosotros, nos llaman y nos tienen presente. De esta manera, vas curtiendo tu nombre, muy de poco a poco, pero con trabajo y constancia. Ahora solo nos queda tocar, tocar y to­car, y dar el mejor espectáculo posible en cada concierto.

Como grupo, nos sentimos más com­penetrados en cuanto a nuestro gusto musical. Antes veníamos cada uno de un estilo, y eso se notaba a la hora de tocar y componer. Ahora se podría decir que somos más grupo, más familia. La última entrevista fue hace dos años y aquí segui­mos los cuatro con la misma formación, lo que implica una unidad. Nos queda mucho que aprender, pero también es cierto que en estos años hemos aprendi­do mucho. Cada concierto es una lección y estamos abiertos a seguir aprendiendo y no dejar nunca de hacerlo.

¿Porqué os habéis cambiado el nombre? Nuestro manager nos dijo que estábamos ya a unas alturas en las que llamarnos Guitarsteel era ridículo, como muy de instituto. Pero lo que más nos convenció a cambiarlo es que no nos pegaba nada. Cuando piensas en un grupo con ese nom­bre, te imaginas otro estilo de música muy diferente al que hacemos nosotros (rock n’ roll). Al final, estamos en España y que­ríamos identificarnos con un nombre más de aquí, corto, fácil de recordar y, más que nada, que entendiera la mano que te da de comer. Además linces solo hay en España, y es su condición de especie en peligro de extinción la que hemos adaptado también para nuestro lema: El rock no está en peligro de extinción.

¿Hubierais llegado a donde estáis sin el ma­nager? No. Si estamos aquí es todo gracias a Antonio Perales, nuestro manager. Al princi­pio es un hombre difícil, con mucho genio y muy exigente. Pero gracias a esa actitud suya estamos donde estamos. Nos hemos negado inicialmente a mil cosas que nos ha dicho. Al cambio de nombre, a llevar casacas en los conciertos... Pero todo lo que en un principio dijimos que no porque nos parecía horrible, ha terminado encantándonos.

También habéis estado grabando, ¿cómo va el tema del disco? Hace dos se­manas volvimos al estudio por tercera vez, pero también es cierto que lo que estamos grabando ahora no se parece en nada al material de hace un año.

Queremos grabar bastantes temas e ir sacándolos, a modo de single, para ir creando expectativa y fidelizando a los seguidores. Para este verano queremos te­ner todo el contenido, y estamos reunien­do medios para que, cuando esté listo, podamos difundirlo de la mejor manera posible. Lo que queremos ahora es llegar a un público más grande, porque a pesar de tocar en muchas salas, siempre llevamos a la misma gente. Ahora queremos crecer en este sentido y que nos conozca más gente por lo que hacemos.

¿Qué estudiáis o queréis estudiar? Toda­vía estamos todos en segundo de bachille­rato. En teoría, terminaremos este año. De­dicamos todo el tiempo libre que tenemos al grupo, a difundir lo que hacemos y a prepararnos para las grabaciones. Pero con los estudios es difícil sacar todo el tiempo que esto requiere. La verdad es que nos encantaría vivir de la música, pero siendo realistas, es difícil que podamos mante­nernos solo del grupo. Aunque la idea en el futuro es hacer cosas relacionadas con la música. Tenemos algunas ideas de qué es­tudiar mientras tanto, pero todos tenemos en mente, de una forma u otra, que el ob­jetivo del grupo es vivir algún día de ello.

Cuando nos entrevistasteis hace dos años, solo uno de nosotros tenía claro que quería dedicarse a la música. Ahora, es un objetivo común para todos. Nuestra prioridad es la música y vivir de ella en la medida de lo posible.

Con lo que habéis aprendido en estos años, y después de más de 40 conciertos, ¿os sentís igual que el primer día? El día que tocamos en el Hard Rock, la sensación en común de todos nosotros era una espe­cie de qué hago aquí y, no sé si estoy a la altura de la situación.

La verdad es que no te crees lo que está pasando ni te das cuenta de la importan­cia del sitio en el que estás ni de la suer­te que tienes de tocar ahí hasta unos días después. Sensación que seguimos teniendo allá donde tocamos, ya sea en el Hard Rock como en un pequeño bar de pueblo: esa sensación de estar ahí arriba, y la gente mi­rándote, no es proporcional al sitio donde toques. Te pasa en cada escenario.

Somos felices y muy afortunados, por­que estamos viviendo en un mundillo con el que soñábamos de pequeños. Veíamos a nuestros ídolos, como los Rolling, y quería­mos ser como ellos. Ahora, en cierto senti­do, estamos más cerca de ese sueño.

Todos sois de Boadilla. ¿Qué os gusta del municipio? Estamos muy agradecidos por poder tener un lugar para ensayar gratui­to y la posibilidad de tocar en directo [son habituales en los festivales de música joven Boajam, y se apuntan a cuantos eventos musicales se organizan aquí]. Queremos darle las gracias especialmente a Dio, el técnico de sonido de la Juventud, porque es gracias a él que sonamos tan bien y que se organizan esos conciertos al aire libre. También nos gustaría pedir que hubiera una tercera sala de ensayo para DJs, y así todos los estilos podrían ensayar a la vez.

Boadilla es un buen sitio para vivir cuan­do tienes hijos o cuando eres pequeño, pero no para los adolescentes y gente un poco más mayor. Faltan cosas, más locales y salas de ensayo... Pero la verdad es que lo com­pensa la tranquilidad y la seguridad de ir a las cuatro de la mañana por la calle sin que te pase nada. Y, en definitiva, si quieres bajar a Madrid, estás al lado. Lo que sí mejoraría es el transporte porque se hacen eternos los viajes, sobre todo por las noches.

¿Quieres ver a Linze en directo? Estas son las fechas de sus próximos conciertos: el 8 abril, tocarán en Madrid, en la Sala Maravillas. El 24 junio, en Honky Tonk. Si quieres estar al día de sus próximas actuaciones, videos y lanzamientos, podéis seguirles a través de Facebook/LINZEMUSICBAND