Boadilla y su historia

Un recorrido por nuestro callejero

Personajes históricos vinculados con el municipio, como el Infante Don Luis; escritores, músicos, científicos, pintores, valles, ríos, vecinos ilustres... están detrás del nombre de las calles y avenidas de Boadilla del Monte.

 

El núcleo urbano de Boadilla del Monte se compone de un pequeño pueblo, conocido como el casco. Nueve urbanizaciones que ocupan una importante extensión del territorio y que, dada su antigüedad, son conocidas como las urbanizaciones históricas. Se trata de Montepríncipe, Bonanza, Valdecabañas, Las Lomas, Parque Boadilla, El Olivar de Mirabal, Monte de las Encinas, Pino Centinela y Valdepastores, casi todas ellas con edificaciones unifamiliares. Y, por último, una extensa zona nueva, que aunque pretenden denominarla con el pomposo nombre de Residencial Siglo XXI, casi todos la conocemos por el nombre de Sector B, en referencia a la denominación dada a la zona que empieza al otro lado de la M-50 en el planeamiento urbanístico. Un nombre que realmente suena bastante mal.

 

Los nombres de las calles de las ciudades a menudo conmemoran episodios curiosos o personajes que, por alguna razón, se merecieron tal honor. Buscar su procedencia es descubrir parte de las historias vividas en ellas, aunque a veces su origen es tan simple como su nombre indica.

 

El casco urbano

 

Aquí se encuentran las calles más antiguas de Boadilla, en las que se ha escrito gran parte de la historia de nuestro municipio. Por todos es conocida la avenida del Generalísimo, antigua calle de Villaviciosa, que, tras varias décadas cumpliendo su función de travesía, es hoy una de las escasas vías peatonales de Boadilla. El Ayuntamiento de toda la vida (hoy en un nuevo edificio), la Iglesia de San Cristóbal e incluso el Palacio, se encuentran en la que es, sin duda, la calle más representativa de Boadilla. En su día albergó la estafeta de Correos, la centralita de teléfonos, la Policía Local o el baile donde los jóvenes pasaban las tardes de domingo. Fue la primera calle que se asfaltó, allá por el año 1965. Junto a ella la calle José Antonio, antigua calle Real de Madrid, la más larga del pueblo durante muchos años, fue testigo de encierros y verbenas.

 

Lamentablemente podemos presumir de ser uno de los pocos municipios de España que todavía mantiene los nombres de las calles Generalísimo y José Antonio, renombradas en la época franquista.

 

El Convento da nombre a otra de las principales calles del casco. Su paralela, la calle Radio Peninsular, fue bautizada con el nombre de la emisora en la que nuestro vecino José Luis Uribarri hacía su programa matinal. El alcalde Francisco Cerro le puso su nombre en agradecimiento a la publicidad que hizo de las fiestas de verano que él había instituido.

 

En el corazón de Boadilla encontramos calles dedicadas a San Babilés, patrón del pueblo; San Sebastián, uno de los santos más queridos en el municipio; o a la Virgen del Carmen, patrona de la única hermandad de mujeres del pueblo. La plaza frente al Convento lleva el nombre de la patrona de Boadilla: la Virgen del Rosario.

 

La calle del Arco, que recibe su nombre del situado sobre las escaleras de la Plaza de la Villa, o la de la Fragua, que recibe el suyo de la pequeña fundición que cubría las necesidades del pueblo a principios del siglo XIX.

 

La calle de los Mártires, en sustitución de la histórica Carretas, lleva el nombre en honor de los tres sacerdotes que fueron asesinados en la Guerra Civil: don Melitón, don Benjamín y el seminarista Ángel Talavera. En ella se encuentran el antiguo cementerio, el convento nuevo, la residencia de ancianos y la Casa de la Cultura. Durante la guerra fue un enclave estratégico. Por ahí pasaron multitud de heridos de la contienda, que llegaban del frente de Brunete a buscar alivio en el hospital que se instaló en el Palacio.

 

Algunas calles se dedicaron a personajes ilustres como Calvo Sotelo y García Noblejas.

 

Muy cerca del Palacio podemos encontrar la calle Enrique Calabia, que debe su nombre a un abogado madrileño que decidió, en los años 50, fijar su residencia aquí. Su bonito palacete ocupaba gran parte de la acera impar de la citada calle. La vía fue bautizada en su memoria cuando fue asfaltada a mediados de los 60.

 

Antonio Sevilla cedió parte de los terrenos de su propiedad para construir la calle Sevilla. El Ayuntamiento se lo reconoció poniéndole su apellido a una de las calles más cortitas del pueblo, pero a la vez mejor situadas.

 

Denominaciones obvias, en clara alusión a su fisonomía o algún elemento que las identificó, como calle de la Carnicería, la Fragua, el Convento, Álamo, la Alberca, la Vega. La de Buenavista y la calle Real. Y curiosas, como Barranco Amarillo, que le debe su nombre a un viejo terraplén situado junto al desaparecido arroyo de la Vega que, a su vez, da nombre a la contigua calle Arroyo, en la que durante muchos años estuvo situada la vaquería a la que los vecinos acudían a comprar la leche.

 

La Plaza de la Cruz, hoy totalmente transformada, pero que mantiene la cruz de piedra encima de un pedestal, por la que es conocida.

 

Urbanizaciones


La primera ampliación del casco urbano, realizada en los años 80, fue el residencial Las Eras, con nombre muy diversos, desde sierras como la de Cazorla o Albarracín, a municipios españoles como Trujillo o Santillana del Mar.

 

Las calles de las urbanizaciones históricas fueron bautizadas con nombres de ríos en Parque Boadilla; de valles en Las Lomas; de islas en Valdepastores; de playas en Bonanza y Valdecabañas; de montes en El Olivar de Mirabal; de árboles, flores y otras vegetaciones en Montepríncipe, Pino Centinela y Monte de las Encinas...

 

En la zona recientemente urbanizada de Viñas Viejas, sus vías llevan los nombres de personajes relacionados con la ciencia. Y en Los Fresnos se ha optado por Comunidades Autónomas (Comunidad de La Rioja, Canarias, Baleares…)

 

Los nuevos desarrollos


El conocido como Residencial Siglo XXI rinde homenaje a ilustres personajes históricos, algunos de ellos muy relacionados con Boadilla, como la Condesa de Chinchón, Luigi Boccherini y el Infante Don Luis. No podía faltar el reconocimiento al arquitecto Ventura Rodríguez, al que debemos el diseño del palacio de Boadilla. Reinas de España, además de literatos y artistas como Hermanos Machado, Pío Baroja, Dalí, Gaudí y Francisco de Goya... Músicos como Manuel de Falla o Isaac Albéniz. Todos ellos cuentan con su calle en Boadilla.

 

Hay rotondas dedicadas a Vírgenes como la de las Nieves, Virgen María y la de las Angustias, más conocida como la del Cabezón por el gran busto de Alfredo Kraus que la adorna. Y es que por mucho que se empeñen, es difícil cambiar los nombres populares, como es el caso del Parque de las Desueltas, cambiado recientemente a Juan Pablo II.

 

Respecto al Boadilla de los negocios, las vías entorno a la Ciudad Financiera del banco Santander recuerdan a enclaves de la comunidad de origen de esta entidad: avenida de Cantabria, Altamira, Picos de Europa... Y en el polígono Prado del Espino, los protagonistas son los oficios: Artesanos, Forjadores, Impresores...

 

Vecinos ilustres

 

En nuestro callejero están también aquellos vecinos que, por diversos motivos, han destacado en el municipio. En el casco nos encontramos la calle Pedro González, dedicada a Pedro, el alguacil que tantos años veló por la seguridad del pueblo. Joaquín Ramos López, el primer farmacéutico de la localidad durante los 70 y 80 también tiene su calle. Y en la zona nueva, la calle Victoria Rubio, homenajea a una mujer que siempre luchó por la educación de los jóvenes del pueblo, y que fue la principal propulsora para que se hiciera el primer instituto en Boadilla.

 

La avenida de Ángel Nieto, en la zona del Encinar, homenajea al 12+1 veces campeón del mundo de motociclismo, que vivió durante muchos años en nuestra localidad.

 

En Viñas Viejas está la calle Miguel Ángel Cantero Oliva, dedicada a este Policía Municipal fallecido en acto de servicio en los años 80. Encontramos también la calle Julio Fuentes, corresponsal de guerra asesinado en Afganistán y la de Mariano Barbacid, oncólogo madrileño.

 

El alcalde Fabra fue homenajeado con una glorieta en Valdecabañas y es, a día de hoy, el único alcalde de Boadilla que tiene una vía o lugar con su nombre en el municipio.

 

El desaparecido periodista Antonio Herrero da nombre a un singular parque en la urbanización El Olivar de Mirabal.

 

Nombres futuros

 

Boadilla sigue creciendo y con ella su callejero. Recientemente se ha dedicado una de las avenidas principales de Valenoso, zona actualmente en proceso de urbanización, a la memoria colectiva de las Víctimas del Terrorismo. Nuevas vías llevarán el nombre de ilustres vecinos o personas muy vinculadas al municipio, como los deportistas Jesús Carballo, Alberto Juzdado o Fernando Verdasco.