Medio ambiente

La Comunidad renueva las normas de actuación en el monte para garantizar su protección

El Plan de Ordenación del Monte de Boadilla se actualiza para que disfrutar del entorno natural y proteger la biodiversidad no entren en conflicto.

 

La  Comunidad de Madrid ha actualizado el Plan de Ordenación del Monte de Boadilla y Las Encinas, vigente hasta 2026. El Plan afecta a  900 hectáreas, en las que se incluyen Monte Norte, Monte Sur, cerro de la Mira, La Atalaya, La Milagrosa, Los Fresnos, La Pinada, Vallelargo, Norte Convento, Prado del Espino, Valdecabañas-Los Fresnos, Vallehondo, Vedado de Fabra y vega del arroyo de la Fresneda.

Los estudios demuestran que los usos y costumbres vecinales, que básicamente se concentran en paseos -a veces con perros-, carrera y bicicleta de montaña, están entrando en conflicto con la protección y conservación de la biodiversidad del monte por lo que se hace necesario acometer esta regulación, que plantea los siguientes objetivos:

  •  Favorecer la evolución de la cubierta vegetal del monte.
  •  Recuperar las fresnedas, actualmente en regresión por muerte de pies envejecidos, desgarros y roturas de ramas.
  • Aumentar la diversidad florística del monte reintroduciendo especies desaparecidas o raras, como el quejigo.
  • Favorecer la cría de especies de fauna, especialmente algunas singulares como muchas rapaces que están nidificando en esa zona.
  • Garantizar la defensa del monte frente a incendios y plagas forestales.
  • Controlar los puntos críticos del monte para evitar el acceso de vehículos a motor no autorizados y la práctica de deportes con vehículos a motor.
  • Garantizar la compatibilidad entre el disfrute del monte de los vecinos y visitantes y la protección de los valores naturales.
  • Garantizar medidas protectoras y correctoras en caso de la celebración de eventos deportivos para evitar la generación de afecciones a los valores naturales o paisajísticos que encierra el monte.
  • Compatibilizar los distintos usos entre sí, cuando sea posible, y con la conservación de los valores naturales y paisajísticos del monte; en caso de conflicto, mantener los usos prioritarios y limitar o eliminar los incompatibles.

En lo relativo al uso social, recreativo y deportivo del monte, las actividades permitidas varían en función de si la zona es de recreo, de uso moderado o es zona de reserva, donde se restringe el uso prácticamente solo a actividades de investigación y educativas previa autorización expresa de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Boadilla.