Mascotas

No al abandono de mascotas

¿Vacaciones? ¿Una temporada fuera? Y entonces, ¿qué hacemos con nuestro perro o gato si no lo podemos llevar con nosotros? ¿Abandonarlo? El abandono no es una opción: si no estamos completamente seguros de poder cuidar a un animal con todas las garantías, no debemos plantearnos tenerlo.

 

Llega el buen tiempo, hay más oportunidades de salir a pasar el día fuera de casa, o el fin de semana, empezamos a pensar en las vacaciones… pero ¿y el perro? ¿Qué hacemos con él? Lo que no debemos hacer bajo ningún concepto es abandonarlo. Se hacen multitud de campañas para prevenir y tratar de paliar esta situación, pero no se alcanzan los objetivos deseados.

Cuando nos hacemos con una mascota, debemos tener muy claro que nos va a acompañar muchos años y debemos asumir esa responsabilidad. Tenemos que ser conscientes de todos estos “incon­venientes” que nos va a generar. Si no vamos a ser capaces de proporcionar unos cuidados adecuados al animal, lo mejor es renunciar a su tenencia.

Es maravilloso tener animales. Nos aportan grandes satisfacciones, pero hay que ser conscientes de lo que conlleva una mascota. Otro problema del abandono, aparte de la cuestión ética, es que esos animales pueden llegar a ser muy peligrosos. Causan accidentes de tráfico que pueden tener con­secuencias muy graves para el animal y para los ocupantes de los coches. Se forman manadas de perros asilvestrados y grupos descontrolados de gatos que pueden ser vectores de enfermedades para otros animales y para las personas.

De acuerdo que no siempre es fácil viajar con animales pero, insistimos, el abandono no es una alternativa. Siempre hay opciones. Alojamientos que admiten animales, residencias caninas, cuidadores a domicilio, dejarlos con familiares o amigos que se hagan cargo unos días…

Es cierto que a veces, por causas de fuerza mayor, no se puede mantener durante más tiempo a nuestro animal. Pero tampoco debemos considerar el abandono. Podemos buscar a alguien que quiera tener un animal, poner anuncios… Incluso hay multitud de organizaciones (albergues, refugios…) que nos pueden ayudar a realojar al animal sin tener que condenarlo al sufrimiento salvaje que supone el abandono. Esta opción debería ser la última ya que, desgraciadamente, suelen tener demasiado trabajo con los animales abandonados.

Por favor, empecemos a pensar ya cómo vamos a gestionar nuestras vacaciones en lo que respecta a las mascotas.