Salud

Ocho mitos sobre los piojos

Estos desagradables bichitos pueden aparecer en la cabeza de cualquiera, pero lo cierto es que son más frecuentes en los niños, que tienen más contacto físico a través de sus juegos. Constancia en el tratamiento y saber cómo se contagian son las claves para acabar con ellos.

 

Los piojos son insectos que viven la cabeza de las personas y las liendres son sus huevos. Ambos suelen instalarse con más frecuencia en el cuello y detrás de las orejas. 

Aunque no hay una estación propia para su aparición, la forma que tienen de propagarse hace que con el comienzo del curso escolar salten las alarmas. Para llevar a cabo un tratamiento eficaz debemos desterrar muchos de los mitos que rodean a estos pequeños parásitos. Aquí tienes ocho de los más comunes:

1. Los piojos saltan o vuelan y así se trasmiten de cabeza en cabeza. Lo cierto es que no, los piojos ni saltan ni vuelan, solo caminan y lo hacen con mucha velocidad. Pueden pasar de una cabeza a otra con mucha facilidad, a través del contacto o de alguna prenda.

2. Los piojos mueren cuando no están en el cuero cabelludo. Estos bichitos pueden vivir hasta 24 horas sin contacto con el cabello o el cuero cabelludo, así que pueden propagarse a través de ropa que ha estado en contacto con la cabeza (gorros, cojines, almohadas, sillones, etc…) y peines y accesorios del cabello.

3. Siempre van a cabello sucio y largo. La presencia de piojos es independiente de la higiene. Les gusta tanto el pelo sucio como el limpio y tampoco les importa si el pelo es corto o largo, se agarran a ambos igual de bien. 

4. Es fácil detectar cuando un niño tiene piojos. No lo es, el color marrón-pardo del piojo, similar al cabello de muchas personas dificulta su diagnóstico. Por lo general, se confirma que el niño tiene piojos al localizar las liendres, de color blanco plateado y  fijas en la base del cabello. El picor tarda en aparecer ya que el sistema inmune tarda de 4 a 6 semanas en desarrollar sensibilidad a la saliva del piojo, la que produce ese síntoma. En ese tiempo, un piojo hembra puede poner de 6 a 10 liendres por día. Cuando hay picor ya hay infestación activa de piojos.

5. Los piojos transmiten enfermedades. Tener piojos no es una enfermedad ni representan riesgos para la salud pública. Solo en situaciones en las que perdura la infestación y el picor es muy intenso, el rascado puede dar lugar a afecciones dermatológicas que requieran la supervisión del dermatólogo.

6. Los transmiten los animales. Aunque los animales también pueden tener piojos, se trata de otras especias que no parasitan al hombre. Por lo tanto, no, los animales no transmiten piojos a las personas.

7. Eliminarlos garantiza que no vuelven más. No, debemos seguir vigilantes y supervisar la cabeza del niño entre los 7 y 10 días siguientes, ya que en ese periodo eclosionan las liendres. Y sólo con que nos hayamos dejado una, volverá la infestación. 

8. Las liendres se contagian. Las liendres no se contagian, están inmóviles, fijas en la base del pelo. Se contagian los piojos que pueden caminar de cabeza a cabeza.

¿Son eficaces los tratamientos?

Los productos que se usan a base de dimeticona para combatirlos ofrecen un mecanismo de acción por asfixia del piojo muy eficaz, eliminando también las liendres. Aun así, se recomienda repetir el tratamiento a la semana por si alguna de ellas hubiera permanecido viva. Cuando vuelven a aparecer piojos al cabo de unas semanas, suelen ser por reinfestaciones y no porque los tratamientos no hayan sido efectivos.