Mascotas

Los peligros del ‘low cost’

Low Cost ha llegado al mundo de la mascota , en todas sus vertientes, no sólo a las clínicas veterinarias. Desde piensos, determinados medicamentos y servicios de peluquería hasta la venta de mascotas o servicios veterinarios. Pero ¿qué hay detrás de esos precios tan atractivos?

 

Muchas veces vemos ofertas de alimentos para mascotas que tienen un precio de venta al público inferior al precio de venta recomendado por el fabricante e, incluso, que llega a estar por debajo del precio de compra para tiendas, clínicas, etc. ¿Cómo puede ser?

 

En ocasiones estas tarifas por debajo del precio de venta recomendado por el fabricante son debidas a grandes volúmenes de compra, ofertas puntuales a un cliente o similares. Pero cuando la diferencia de precio es abismal, las cuentas no salen. Partiendo de la base de que nadie tiene un negocio para perder dinero, ¿cómo pueden hacerlo?

 

Otras veces se ofertan productos gancho con los que se pierde dinero para intentar estimular la compra de otros productos que sí dejan beneficio (práctica ilegal). En otras ocasiones, se importan piensos de terceros países, a costos tan bajos que permiten esos precios de venta al consumidor final tan reducidos. En este caso puede ocurrir que el producto no cumpla los requisitos exigidos por las autoridades sanitarias españolas o europeas. Así pues, mucho cuidado.

 

¿Qué pasa cuando voy a comprar una mascota?

 

¿Por qué pagar 800 euros por un perro si en otro sitio me lo están ofreciendo por 350? Posiblemente la respuesta está en la calidad del perro, su procedencia… Muchos cachorros baratos vienen con pasaportes de otros países, comprados en masa y transportados en pésimas condiciones higiénicas. Eso se traduce en un elevado porcentaje en animales enfermos (incluso muy gravemente enfermos) que llegan hasta nuestras casas con el consiguiente gasto que eso ocasionará al nuevo propietario. No es lo mismo un animal procedente de un criadero en buenas condiciones sanitarias, con una selección de cruces adecuada y unos cuidados esmerados hasta el momento de llegar a nuestra casa, que un perro procedente de granjas de perros donde las madres se hacinan en malas condiciones, con una salubridad muy deficiente y transportados en terribles condiciones.

 

Servicios veterinarios

 

Podemos decir más de lo mismo. Es básico tener nuestro veterinario de confianza y no es menos importante saber que nuestra mascota está en buenas manos en todo momento. Si, por ejemplo, tenemos que someter a nuestro animal a una intervención quirúrgica y hemos pedido presupuesto en varios sitios, ¿por cuál nos decidimos? Por una clínica de confianza, sin duda.

 

Dejando el precio en un segundo plano. Las variaciones de precio entre diferentes opciones, sobre todo si son muy marcadas, pueden venir de la calidad de los materiales empleados (factor más que decisivo en un presupuesto), del sistema de anestesia, de si el animal está monitorizado durante la anestesia con un equipo adecuado, de si se le ha realizado un estudio preoperatorio completo y ajustado a las necesidades de la cirugía en cuestión, de la esterilidad, del equipamiento del quirófano, de la formación del personal… Todas estas cosas pueden suponer una diferencia en el precio, sí… pero suponen una diferencia aún mayor en cuanto a la seguridad de nuestro animal, la velocidad de su recuperación, etc.

 

Lo mismo ocurre con otros muchos procedimientos clínicos, por ejemplo, las radiografías, ecografías, análisis... Contar con buenos equipos, manejados por personal formado y especializado, nos da un plus en cuanto a fiabilidad y seguridad; eso sí, a un precio algo superior que, sin duda, compensa.

 

Sabemos que el momento económico actual es delicado pero, a veces, buscar bajos precios no es la mejor opción y, por otro lado, seguro que un veterinario de confianza nos dará facilidades y opciones para que lo verdaderamente importante sea la salud de la mascota.