Te interesa

Los cuidados del recién nacido (I)

 

El embarazo es una etapa de gran ilusión en la que poco a poco nos vamos preparando para el gran acontecimiento que supone el nacimiento de un hijo.
Al principio todo es una novedad, y tanto vosotros como el bebé os tendréis que ir adaptando a una nueva vida. Es normal que surjan momentos de inseguridad —“¿Lo estaré haciendo bien?”— y de bajón emocional, que junto con el cansancio físico —normal después de un parto y de los cambios en el ritmo de sueño— hacen que esta etapa a veces sea difícil.

 
Sin embargo, es un momento precioso en el que empezaremos una nueva vida. Para abordar esta etapa con más tranquilidad y poderla disfrutar como se mecere, recogemos a continuación los siguientes consejos a la hora de cuidar a un recién nacido. Consejos que completaremos en un segundo artículo.


El equipaje para la clínica. Su ropa de primera puesta debe ser cómoda, tanto para el bebe como para la persona que lo viste. Así, se evita que el recién nacido pierda calor, lo que es muy importante en los primeros momentos después del parto. Lo más aconsejable es preparar una bolsa separada del resto del equipaje para no buscar las cosas en el último momento. Esa bolsa se la entregaremos a la enfermera o matrona y debe tener: pañal, body de algodón, calcetines, pijama, gorrito de algodón y un arrullo para envolver al niño. Algunos hospitales tienen su propia ropa para los niños.

 
Cuidados generales. Vuestro bebé necesita cariño, es bueno que le habléis, le acariciéis y estéis mucho tiempo con él. No tengáis miedo de “malcriarle”; vuestro afecto es el mejor estímulo para su desarrollo como persona. Ya tendremos tiempo para, poco a poco, ir marcando los límites y educándole.
Aunque vuestro bebé esté sano, debéis llevarlo a las revisiones periódicas del pediatra. Estas serán frecuentes en el primer año de vida, pero posteriormente se irán distanciando. En estas revisiones se realiza una valoración global de su desarrollo, se regula la alimentación y se controlan las vacunaciones.


El ombligo. El cordón umbilical tarda entre una y tres semanas en caerse. Hasta entonces, debe mantenerse limpio y seco para evitar infecciones. Se curará tres o cuatro veces al día con una gasa un poco humedecida en alcohol de 70º, o simplemente cambiando la gasa periódicamente, sin humedecerla en nada. En ningún caso debe utilizarse Betadine.

 
Chupete. En líneas generales, y hasta que no esté bien establecida la alimentación, se aconseja no usarlo en los primeros días de vida para no confundir al niño con los mecanismos de succión y así favorecer la lactancia materna.


El próximo mes trataremos sobre la alimentación, la higiene y el sueño, entre otros aspectos, completando así los cuidados del recién nacido.