Mascotas

Los animales y las fobias a los ruidos

Petardos, fuegos artificales, el secador... son algunos de los ruidos que más fobias provocan en animales como los perros. ¿Por qué reaccionan de esa manera? ¿Cómo evitarlo?

 

Las fobias son problemas de comportamiento muy habituales en nuestras mascotas. Ahora que llegan las fiestas, por ejemplo, es habitual que se oigan petardos y nuestro perro se asuste. Ni que decir de la quema de los castillos de fuegos artificiales, un auténtico calvario para muchos perros.


En muchas ocasiones, estas y otras fobias, tienen su origen en una mala socialización de la mascota cuando era un cachorrillo. No se acostumbran a ruidos extraños y, en consecuencia, reaccionan de manera exagerada a esos estímulos desconocidos.


Esas reacciones anómalas van desde un simple temblor y esconderse bajo la cama, a manifestaciones mucho más llamativas como ladridos, aullidos, destrozos del mobiliario de la casa…


En la clínica nos hemos encontrado con casos documentados en los que un perro ha llegado a arrojarse por una ventana cerrada de un segundo piso a la calle para poder huir de aquello que le aterraba tanto.


Sin llegar a este extremo, sí que vemos con muchísima frecuencia perros que se escapan de casa descontrolados y ni siquiera obedecen al dueño.


Tratamiento combinado


El tratamiento de esta patología es, muchas veces, tarea de un especialista en comportamiento animal en combinación con el veterinario.


Se suele hacer una desensibilización frente a los estímulos que causan problemas, junto con el empleo de fármacos ansiolíticos. Se va presentando el estímulo problemático en dosis bajas (a volumen muy reducido, por ejemplo), haciendo ver al perro que no ocurre nada, para luego ir incrementando la potencia del estímulo según el animal vaya superando su problema. En caso de ser necesario, como ya indicábamos, se añaden a la terapia drogas ansiolíticas.


Fobia al secador


Dentro de esta misma fobia a los sonidos fuertes podemos incluir la fobia al secador. Muchos propietarios comentan los problemas que tienen para secar a sus mascotas tras el baño porque el perro no aguanta el secador. Es una entre otras tantas: el ruido de los autobuses, motos, disparos, obras… son otras fobias por ruido muy habituales.


Desde pequeños


Muchos de estos problemas los podemos solucionar con una buena socialización de la mascota. Cuando son cachorros debemos acostumbrarlos a todo tipo de ruidos y situaciones sin sobreprotegerlos para que sean ellos mismos los que superen sus miedos. Una vez que la fobia está establecida y tenemos un animal adulto, la solución pasa por los profesionales.


Por supuesto, dejamos para el final la fobia más habitual de las mascotas: ¡la fobia al veterinario! Aunque cada vez conseguimos que sean más los animales que vienen a la consulta, no sólo sin miedo, sino también contentos. Como nuestro amigo Curro, un estupendo golden retriever que todos los días viene a la clínica a que le demos una chuche.


Consejos


Es importante acostumbrar al perro desde pequeño a los ruidos extraños.


El tratamiento de una fobia a petardos y ruidos similares pasa muchas veces por un especialista en comportamiento aninal.


Algunos de los ruidos más odiados: disparos y petardos, el secador, motos, autobuses...