Mascotas

La toxicidad por chocolate

El chocolate es tóxico para los perros. La frase la hemos oído muchas veces. Podríamos decir que incluso pertenece al acervo cultural de casi todos los propietarios de perros e, incluso, de aquellos que no lo son. Pero, ¿qué hay de cierto en ello? ¿Por qué el chocolate es tóxico?

 

Desde luego sí podemos afirmar que el chocolate es malo para los perros. Debido a varios factores, pero fundamentalmente por un componente llamado teobromina. Se trata de un compuesto químico de la familia de las metilxantinas que está presente en el chocolate y todos sus derivados.

Es una sustancia de rapidísi­ma absorción y que tiene una biodisponibilidad (porcentaje de la sustancia que tiene capacidad de producir efectos sobre el or­ganismo respecto al total ingerido) cercana al 90%. Afecta fundamentalmente al sistema nervioso central y al mús­culo cardiaco. Los efectos son muy rápidos. Tres o cuatro horas después de la ingesta, se pueden empezar a observar síntomas. Los primeros signos son digestivos: vómitos y diarreas. Después, siguen cuadros de excitación, mioclonias (contracciones involuntarias de los músculos), arritmias cardiacas, hipertermia, convulsiones y, en casos fatales, se produce la muerte del animal.

No solo la teobromina es la responsable de que el chocolate sea dañino. El elevado contenido en grasa de este producto y sus derivados hace que, si la dosis de teobromina ingerida no es letal, se pueda desarrollar una pancreatitis. Este problema también es muy severo y potencialmente letal.

¿Todo el chocolate es igual de tóxico? Obviamente no. Dependerá mucho de la concentración de teobromina. En este sentido, el peor, es el chocolate en polvo, seguido del negro. El chocolate con leche, lógicamente, tiene menos concentración de teobromina y, el blanco, aún menos.

No existe un tratamiento específico para la intoxicación por chocolate. Se hace tratamiento sintomático y de sopor­te, usando fármacos que nos ayuden a controlar los vómitos y la diarrea, sueroterapia para recuperar el equilibrio hídri­co y electrolítico, fármacos para tratar las arritmias cardia­cas, anticonvulsivantes, etc.

Vemos que hay que tener mucho cuidado con lo que damos de comer a nuestros animales. La próxima vez que saquemos la tableta de chocolate o los bombones, no cai­gamos en la tentación de ofrecérselo a nuestro perro… ¡Y mucho cuidado con dejarlo a su alcance!