La sombra es tan importante como la luz solar cuando llegan los meses de verano. Para disfrutar de sombras adecuadas conviene escoger el mejor toldo o sombrilla, según el espacio y las necesidades.
Antes de elegir un modelo concreto de toldo, deben exigirse las máximas garantías de calidad. Por ello es recomendable asegurarse de que el toldo cumple con certificaciones oficales como la ISO 9001, TÜV o EAA.
Debe exigirse que el toldo sea un producto testado tecnológicamente, de acorde a la normativa medioambiental y que el instalador sea un profesional.
Entre los factores que se deberán tener en cuenta en la elección de un modelo o sistema de toldo, señalar los siguientes:
Situación de la instalación. Existe una amplia gama de modelos y sistemas donde encontrar el toldo que mejor se ajuste a cada lugar: pérgolas, brazos extensibles...
La inclinación del sol. Según la orientación de la vivienda, la incidencia del sol puede ser muy acentuada. Con una mayor inclinación del toldo o con un faldón regulable, se consigue una protección solar adaptada a cada circunstancia.
La superficie a cubrir. Pueden llegar a cubrirse la extensión deseada con diferentes instalaciones de toldos.
Ventajas
Un toldo hace el ambiente más confortable. A su vez disminuye en un 80% la radiación solar térmica que llega al interior de una vivienda, con lo que se evita el consumo excesivo de aire acondicionado. De esta forma, se optimiza el funcionamiento de estos aparatos y se reduce su consumo un 20%, con el consiguiente ahorro energético.
Así, con la instalación de toldos en los puntos de entrada de sol podremos reducir la temperatura interior entre 4 y 6 grados. Si tenemos aire acondicionado, cada grado que queramos disminuir la temperatura, producirá un aumento del consumo de energía de un 8% por grado, aproximadamente.