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La luz azul-violeta y sus peligros para la retina

La luz azul-violeta es muy perjudicial para las células de la retina y contribuye al desarrollo de enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

 

 

Pasamos expuestos a la luz natural y artificial mas de 5.000 horas al año. El empeora- miento de la capa de ozono, los cambios en nuestra forma de vida en cuanto al uso de tabletas, dispositivos móviles y ordenadores, el aumento de horas que pasamos con iluminación led, han contribuido a que el estado de nuestra retina empeore tanto en la capacidad de procesamiento, como en su espesor.

Los daños de fototixicidad que la luz causa a nivel interno en nuestro organismo, tienen efecto acumulativo. El daño se produce a lo largo del tiempo, igual que los daños causados por las radiaciones UVA sobre la piel.

Es evidente que actualmente se ha incrementado la exposición a esta luz por los sistemas de iluminación artificial y el uso de los dispositivos electrónicos en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, incluyendo a nuestros menores. Muchos de ellos comienzan a una edad muy temprana a estudiar con el apoyo de la tecnología.

Ahora es muy normal salir de trabajar con el ordenador y seguir chateando o metidos en redes sociales durante dos horas más.

Se han realizado estudios clínicos, con ensayos in vitro de células de la retina, de- mostrando que la exposición acumulada a la luz azul-violeta aumenta el riesgo de producir daños en retina.

Por este motivo, se ha desarrollado, un tratamiento de protección que se puede incluir en los cristales de las gafas y en las lentes de contacto, con el que filtramos, de una forma selectiva la luz perjudicial, proporcionando a la vez una visión con mayor contraste reduciendo así la fatiga visual.

Son lentes altamente recomendables para trabajar con ordenadores, ver la tele- visión, utilizar tablets y smartphones, jugar con videoconsolas o para cualquier tipo de iluminación artificial.

Y recordar, la importancia también de utilizar gafas de sol con una protección adecuada para cada situación en la que nos encontremos, sin olvidarnos de los niños. Recordar también que operados de cataratas, necesitan filtros especiales.

¡Cuida tu retina y la de tus hijos!