Salud

¿Gripe o catarro?

Durante el invierno, el virus de la gripe centra la atención con planes de vacunación internacionales. Es en este momento cuando la atención primaria cobra protagonismo.

 

El invierno aumenta la incidencia de patologías respiratorias. A la cabeza infecciones víricas, broncoespasmo y patología catarral en general. El doctor García del Monte nos aclara aspectos relacionados con esta y otras infecciones frecuentes en este periodo del año.

¿Qué es la gripe? La gripe es una enfermedad infecciosa de etiología vírica (influenzavirus A/ influenzavirus B) que infecta en un primer momento la mucosa de las vías respiratorias altas y se propaga por el organismo pudiendo afectar a vías respiratorias bajas, cerebro, músculos…

¿Quién puede contraer la gripe? Cualquier individuo es susceptible de infectarse por el virus. Existen grupos de riesgo sobre los cuales la enfermedad se puede complicar, precisando manejo hospitalario. En este grupo de riesgo se incluyen embarazadas, pacientes en edad pediátrica, individuos mayores de 65 años y pacientes inmunodeprimidos (incluido pacientes en tratamiento con corticoesteroides de forma crónica).

Entre los grupos de riesgo se incluyen embarazadas, pacientes en edad pediátrica, individuos mayores de 65 años y pacientes inmunodeprimidos 

¿Cuándo es más fácil contraer la gripe? A temperaturas bajas y en ambiente seco, el virus de la gripe encuentra sus condiciones ideales para propagarse y mantener capacidad infectiva incluso en objetos inertes hasta 30 días (pomos de puertas, ropa, vasos, cubiertos…). Es por ello que alcanza los picos de mayor prevalencia de octubre a abril en el hemisferio norte, y de mayo a septiembre en el hemisferio sur.

¿Cuáles son los síntomas y qué la diferencia de un catarro común? El virus de la gripe, una vez coloniza la mucosa respiratoria del paciente, tardará entre 1 y 2 días en producir síntomas, dependiendo de la capacidad replicativa del mismo.

Un paciente infectado es capaz de transmitir el virus el mismo día de la infección, incluso antes de la aparición de síntomas. El síntoma cardinal de la gripe es la fiebre, en la mayoría de los casos por encima de 38.5°, además, poliartralgias, mialgias, escalofríos, astenia y aumento de mucosidad acompañarán al paciente durante los 7-10 días que el virus permanecerá activo en su organismo.

A diferencia de un catarro o resfriado común causado por otro tipo de virus, como pueden ser adenovirus, rinovirus, etc… donde la fiebre no suele ser elevada, el síntoma es la tos y el periodo de convalecencia no suele superar los 4-6 días.

El síntoma principal de la gripe es la fiebre, en la mayoría de los casos por encima de 38.5°, además de dolor articular y muscular

¿Cómo podemos prevenir la gripe? Indudablemente, vacunándonos en periodo de campaña antigripal. Debemos saber que la vacuna no abarca todos los serotipos del virus, puesto que este sufre mutaciones cada año que evitan que nuestro sistema inmunitario esté preparado.

También podemos prevenir el contagio teniendo una adecuada higiene de manos utilizando geles con alcohol que inactivan y destruyen el virus. Utilizar mascarillas y estornudar sobre el dorso del antebrazo (y no sobre la palma de la mano) son también medias que recomienda la OMS (Organización Mundial de la Salud) como métodos preventivos de propagación y contagio.

No existe evidencia científica que apoye que el uso de suplementos vitamínicos, zumos, concentrados cítricos y otros remedios caseros puedan acelerar o incluso prevenir el contagio. Sí es verdad que la ingesta de líquidos en periodo de enfermedad favorece una adecuada hidratación de la mucosa respiratoria, ayudando a nuestra barrera inmunológica a recuperarse con más celeridad.

La ingesta de líquidos en periodo de enfermedad favorece una adecuada hidratación de la mucosa respiratoria, ayudando a nuestra barrera inmunológica a recuperarse con más celeridad.

La ingesta de líquidos consigue una adecuada hidratación de la mucosa respiratoria y favorece la recuperación

¿Cuándo debemos consultar con el médico? No debemos hacer un uso abusivo de los servicios de urgencias. Identificando los síntomas, debemos acudir al médico cuando la fiebre (por encima de 38°C) no responda a antitérmicos, ante dificultad respiratoria, incapacidad para la hidratación e intolerancia a la ingesta de sólidos. En definitiva, cuando el manejo domiciliario no es suficiente como para mantener una cierta estabilidad clínica.

La gripe y las enfermedades infectocontagiosas de etiología vírica que afectan al tracto respiratorio, engloban un conjunto de patologías de por sí no complicadas, pero que pueden adquirir gravedad en algunos grupos poblacionales o determinados individuos.

Dr. Javier García del Monte.
Médico licenciado en Medicina y Cirugía, especialista en Medicina de Familia y licenciado en Biología por la Universidad Complutense de Madrid.