Motor

Gilera GP 800: El scooter más rápido

Con un brió y un reprís propio de una moto deportiva, la GP 800 aborda con igual solvencia y seguridad travesías de media y larga distancia así como los desplazamientos diarios al trabajo.

 

Al reputado Yamaha T-Max, uno de los scooter más deportivos del panorama, le acaba de salir un hueso duro de roer: el nuevo Gilera GP 800, a la venta en noviembre por 9.000 euros.

Hermano grande del popular Nexus, se caracteriza, en primer lugar, por un aerodinámico, envolvente y minimalista diseño sustentado en un chasis y un bastidor muy sólidos.

Vocación rutera

Su vocación es, ante todo, rutera, lo que le configura como una excelente herramienta para abordar travesías de media y larga distancia.

Pero ojo, pues de igual modo vale para ir cada día al trabajo con confort, buena protección y seguridad. Para ello se apoya en la respuesta de un cañonero propulsor bicilíndrico de ocho válvulas y refrigeración líquida que despacha 75 CV y 76 Nm de par máximo, suficientes para lanzarlo a 200 km/h con un brío y un reprís propios de una moto deportiva equiparable.

Remata la jugada un variador continuo Twist-and-go: basta con acelerar sin necesidad de cambiar de marcha o tirar de manecilla de embrague alguna. También garantiza una intensa y contundente aceleración, al tiempo que un acertado efecto de freno motor. Lástima que la transmisión final sea por cadena en vez de por correa, lo que condiciona el consabido y periódico engrase.

La parte ciclo del GP 800 está a la altura de lo esperado al incorporar una horquilla frontal de aluminio de 41 milímetros de grosor –con siete posiciones de precarga–, generosas cubiertas 120/70 y 160/60 delante y detrás, llantas de aluminio 16 y 15 pulgadas y radios cóncavos, un potente circuito de detención con doble disco de freno anterior de acero y 300 milímetros –280 el trasero–… En suma, un competente esquema mecánico que garantiza estabilidad y permite llevar cómodamente a un pasajero para el que dispone asideros y estribos escamoteables–.

Como guinda, el flamante scooter de Gilera presume de una cuidadísima presentación aderezada por una instrumentación en la que no se echa nada en falta y una posición de conducción ergonómica.

Los peros

En su contra, la ausencia de huecos o guanteras donde depositar enseres cotidianos –móvil, cartera, gafas de sol…–, un elevado peso en seco de 235 kilos, un cofre bajo el asiento en el que apenas cabe un solo casco y un radio de giro más elevado de lo deseable para maniobrar en ciudad o tráfico denso.