Salud

Especial ponte en forma

Podemos decir que alguien está en forma cuando todo su organismo funciona bien, tanto en el aspecto físico como psíquico. Este buen funcionamiento se consigue llevando una vida sana, es decir, comiendo equilibradamente, haciendo ejercicio y reduciendo los niveles de estrés de la vida moderna.

 

Estamos a principios de año y estar en forma suele ser uno de los primeros puntos de nuestra lista de buenos propósitos. Sin embargo, no es tan fácil como parece. Para conseguirlo, además de saber qué es llevar una vida sana, tenemos que conocernos y saber cuáles son los puntos débiles que nos lo pondrán difícil.

Prepara tu menteCuantas veces hemos oído eso de “es cuestión de mentalizarse”. Pero ¿cómo se hace? ¿Por qué luego no consigo entrenar o mejorar mi alimentación? Pues porque es muy importante saber cómo funciona nuestra cabeza para que no nos juegue malas pasadas. A veces, nosotros mismos boicoteamos nuestras buenas intenciones.

La psicóloga Gabrielle Oettingen, profesora de psicología en la Universidad de Nueva York y en la Universidad de Hamburgo, ha centrado sus estudios en cómo las personas pensamos sobre el futuro, y en el impacto que eso tiene sobre nuestras emociones y nuestro comportamiento.

Esta psicóloga alemana habla del procedimiento WOOP, del inglés: wish-outcome-obstacle-plan, que podemos traducir por deseo-resultado-obstáculo-plan, en castellano. Estas cuatro fases o pasos para conseguir aquello que nos proponemos se podrían explicar así:

  1. W: CONCRETA TU PROPÓSITO. Piensa en aquello que quieres conseguir y sea posible (hay que ser realista con nuestros objetivos). “Quiero ponerme en forma en los próximos meses”.
  2. O: IMAGINA EL RESULTADO Y VISUALIZA lo que más te gustaría de conseguirlo. “Podré subir escaleras sin ahogarme” o “reduciré el sobrepeso” o “me sentiré en paz”.
  3. O: PIENSA EN EL MAYOR OBSTÁCULO interno que te impediría alcanzarlo. “Voy a tener mucho trabajo”.
  4. P: DISEÑA UN PLAN PARA SUPERAR ESOS OBSTÁCULOS, especificando cómo, cuándo y dónde actuar. “Iré a entrenar antes de empezar la jornada laboral” o “me llevaré mi propia comida a la oficina” o “nada más llegar a casa, dedicaré diez minutos a meditar”.

“Cambiando nuestro modo de pensar podemos cambiar lo que sentimos, hacemos y finalmente somos”.
Walter Mischel, psicólogo austriaco.