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El desrizado japonés, cabellos lisos y con mucha vida

 

¿Estás ya harta de tus rizos? ¿Sueñas con  una melena lisa? Una las técnicas más revolucionarias en el alisado de todo tipo de cabellos es la denominada el desrizado japonés. Consiste en aplicar un líquido específico para alisar el cabello, que se sella con unas planchas de cerámica especiales. ¿Su efecto? Un alisado absoluto de larga duración, resistente a la humedad y que no daña el cabello. Más bien al contrario, pues lo regenera desde su interior.


El resultado es sorprendente. Si con los sistemas tradicionales se conseguía un alisado del 50%; con la técnica japonesa se consigue casi un 90%, todo un récord.


Es además una técnica definitiva. Es decir, el cabello no se vuelve a rizar. El cambio de imagen permanece casi intacto durante cinco o seis meses, aproximadamente. En este tiempo, la raíz habrá crecido unos seis centrímetros de cabello natural. Convendría entonces hacer un retoque, pero sólo sobre esa parte concreta.


¿Se puede realizar en cualquier largo de cabello? Es imprescindible el diagnóstico previo del estado del cabello. Ha de tener un mínimo de 15 centímetros de longitud. No debe hacerse sobre aquellos que han sido decolorados global o parcialmente. Tampoco se recomienda en los cabellos debilitados por exceso de mechas.

 
En el supuesto de que el pelo estuviera debilitado, es necesario someterlo a una tratamiento de hidratación tres semanas antes.


Una vez tomes la decisión de hacértelo, bastará con que te pases un día por la peluquería. El tratamiento lleva entre tres y cinco horas.

 
Cuidados posteriores


Se recomienda estar 48 horas sin lavar el pelo. Hay que evitar también ponerse horquillas o gomas para que no se queden marcas.

 
Existen productos específicos para este tipo de cabello que prolonga el alisado en el tiempo. Son preparados que aportan suavidad, un alisado perfecto, control del volumen y un brillo extraordinario.


¿Cuánto cuesta?


El precio depende de la longitud de la melena y varía de un establecimiento a otro. Lo normal, entre los 300 y 350 euros.