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El calzado del escolar

Los zapatos de nuestros hijos deben elegirse teniendo en cuenta que los pies del niño crecen constantemente y que no deben quedarle demasiado estrechos ni demasiado grandes (mayor dificultad y cansancio al caminar).

 

Para comprobar si el tamaño del zapato de nuestro hijo es el adecuado o no, podemos apretar la punta del zapato con el pulgar y verificar que hasta su dedo gordo hay libres uno o dos centímetros. El objetivo del calzado es proteger y abrigar el pie, no aprisionarlo impidiendo que reciba los estímulos externos (contacto con las irregularidades del suelo que le ayudarán a desarrollar sus reflejos, destreza, equilibrio, etc.) e internos (equilibrio, postura).

 

Elementos a controlar

 

- Material del que está hecho. Debe ser transpirable y de pieles flexibles.

 

- Modo de ajustarse al pie. Cierres de cordones o velcro, que sujeten pero no aprieten

 

- Tacón. Debe ser casi inexistente (máximo 9 milímetros hasta los 3 años). Recto en la parte delantera, sin prolongaciones ni añadidos hacia la puntera

 

- Puntera. Ancha, alta y reforzada.

 

- Contrafuerte (cubre por detrás y por los lados el talón). y Refuerzo que se prolongue hacia delante, hasta las articulaciones de los dedos con el resto el pies.

 

- El talón no debe bailar en el interior del zapato

 

- Suela. De cuero de calidad o de goma, fina y flexible (se puede doblar la parte delantera hacia arriba con la mano)

 

- Plantilla. De piel o badana. Sin almohadillas o bóvedas correctoras. Nuestro hijo desarrollará su puente de forma natural antes de los 5-6 años.

 

Sí al...

- Calzado ligero.
- Con puntera y planta suficientemente ancha que permita a los dedos abrirse y moverse sin dificultad.
- Plano o con poco tacón.
- Con plantilla plana y flexible.
- Con suela con antideslizantes pero sin excesiva fricción.

 

No...

- Al calzado heredado de los hermanos o familiares.
- Que moleste, aunque sea nuevo.
- De caña alta y material rígido porque impide el libre movimiento del tobillo.
- Con costuras incómodas o relieves en su interior.
- Con suelas gruesas o rígidas.
- Que parece salirse y obliga a cada paso a los dedos a hacer un trabajo de agarre (zuecos, chanclas).
- Ortopédico (ni plantillas ortopédicas) sin la opinión del ortopeda pediátrico
- En casa. Ahí los pies deben estar aún más libres (bastaría con un calcetín o similar que mantenga los pies calientes).