El hombre de hoy empieza a tomarse en serio en su imagen social y personal. Ya no solo se cortan. También se peinan, retocan, sanean, dan estilo e incluso cambian de color su cabello. Unos empiezan por el disimulo de las canas, para las que, dependiendo del grado, exintes distintas soluciones.
Pero también es cierto que, con los tintes, son los más jóvenes los que más se arriesgan. Les gustar seguir la tendencia de moda, que este verano tiene unas características muy concretas:
Cortes: Se llevan los cortes muy despuntados, desfilados, buscando una identidad camaleónica, que se puedan cambiar, transformar el peinado final, dependiendo el producto de acabado que utilicemos, pudiendo dar un aspecto de desarreglado. Mechones algo más largos en el flequillo. Las patillas van muy marcadas. En todos los peinados se tienen que utilizar productos de styling para fijarlos con la intención del movimiento que se busca en cada look.
En el tema del color, parece que el hombre va perdiendo la timidez y busca reflejos o mechones, creando contrastes entre diferentes zonas que tengan diferentes largos.
El hombre, reconoce sin pudor que echa mano de los productos de cosmética para mejorar su aspecto. Se preocupa de las arrugas, las ojeras, la flacidez facial o las manchas e imperfecciones de la piel.
También observamos cómo se está convirtiendo en un cliente asiduo de los tratamientos de depilación por láser o las cabina de rayos U.V.A.
En resumen, los hombres actuales cada vez se acercan más a los salones de peluquería para dejarse mimar, asesorar y, por qué no, atreverse a dar un cambio de look.