Motor

Consigue la máxima seguridad con los neumáticos

Son elementos activos en un vehículo y uno de los pilares de su estabilidad, agarre y capacidad de frenada, pero sufren un desgaste que ocasiona pérdida de efectividad.

 

No todos los conductores dan a los neumáticos la importancia que merecen, aún siendo vitales para la seguridad. Y así, hasta que no se sufren un susto (pérdida de control…), no les suelen prestar atención. También sucede que, aún conscientes de su estado, por dificultades económicas o dejadez no se cambian. Hay que ser precavidos y anticiparse a problemas. Los neumáticos tienen testigos de profundidad de 1,6 mm en el dibujo de la banda de rodadura: por debajo indica la obligación de cambio, aunque desde 3 mm no cumplen bien. 

 

Además, provocan su relevo un mayor desgaste lateral por una desalineación en el eje delantero o trasero; una frenada que bloquee las ruedas y provoque un “plano” en la banda al deslizar sin girar; o un estado deficiente y continuado de los amortiguadores o de algún rodamiento de la rueda, que fuercen deformaciones.

 

Atentos a la fecha

 

La fecha de fabricación del neumático es importante: va reflejada en sus laterales tras la palabra DOT y comprende cuatro números en relieve dentro de un ovalo: los dos primeros indican la semana y los siguientes el año. Con el tiempo, la goma se endurece y agrieta, perdiendo agarre y flexibilidad. 

 

Por ello, se recomienda cambiar a los 5 o 6 años. En ocasiones, los golpes de marcha producen cortes que pueden derivar en reventones. Y atentos a una presión inadecuada, tanto por exceso como por defecto: ocasionará desgaste irregular y malos agarre y estabilidad.

 

Al realizar el cambio de neumáticos hay que respetar las medidas de la ficha ITV. También hay que fijarse en los códigos de carga y velocidad. Dos neumáticos diferentes por medida o marca no pueden ir en un mismo eje: el agarre diferiría y no pasaría la ITV.

 

Ojo, pues se puede realizar el cambio de dos o de cuatro neumáticos. En coches de tracción delantera son los de ese eje los que antes se van. Si los traseros están bien podemos intercambiarlos por los delanteros, dejando los nuevos detrás. Y es que en el eje posterior es más crítica una pérdida de adherencia.

 

A su vez, en vehículos de tracción trasera son las cubiertas de ese eje las que más desgastan, aunque las delanteras siguen soportando mayores derivas en curva, la dirección, el peso del motor y el grueso de la frenada. Como detalle, en los 4x4 el desgaste es más equilibrado.

 

Alargar su vida útil

 

Para alargar la vida útil de los neumáticos, sobre todo en coches de tracción delantera, conviene permutar los anteriores por los traseros si observemos que el desgaste va por la mitad. Así lograremos que los cuatro tengan la misma duración y que, llegado el momento, se sustituyan todos a la vez. Si lo hacemos, durante algunos kilómetros sentiremos algo de inestabilidad en la dirección, pues las cubiertas colocadas ahora delante necesitan un periodo de adaptación.

 

Por cierto, montar neumáticos obliga a hacerlo en su posición correcta: algunos tienen la dirección o la cara indicados, otros son más específicos por su construcción resistente a pinchazos, los hay exclusivos para ciertos coches e incluso invernales. Todos requieren una instalación profesional con maquinaria específica que asegure su equilibrado y alineación (revisión de la geometría o paralelo del vehículo, que se debe hacer siempre para corregir una mala posición geométrica de los ángulos de la rueda).