Educación

Con el debido respeto

Pienso que los cambios en el calendario escolar que estamos viviendo en estos días, lejos de resolver algunos problemas, van a crear muchos más. La convocatoria de septiembre parece que no estaba siendo eficaz, pocos alumnos superaban las materias pendientes y obligaba a comenzar muy tarde el nuevo curso.

 

Como saben, para resolver las cosas se optó por trasladar la convocatoria extraordinaria a junio. Pero, para ello había que tocar varios aspectos de la organización escolar general que afectaban a todos los estudiantes.

No creo que nadie piense que el curso escolar en España es demasiado largo. La ley de educación establece que el curso académico debe durar al menos 175 días. Como ven, no es ni uno de cada dos días del año, es más, en Europa muchos países marcan un mínimo de días de clase superior a los 182. La verdad es que cada vez se espera que la escuela haga más cosas en menos tiempo. Es como si la eficiencia pudiera multiplicarse hasta el extremo. Desarrollar el currículo oficial, entrenar habilidades competenciales, desarrollar actividades complementarias, formar en valores, son tareas que necesitan tiempo. Cuando se acorta el curso, los profesores les piden a los alumnos que se preparen lo que falta por su cuenta y parece que así se resuelve todo.

Este año, los alumnos que aprueban en la convocatoria ordinaria, que son la mayoría, han hecho su última prueba de evaluación final el 30 de mayo. Tendrán que seguir asistiendo obligatoriamente a su centro educativo para hacer tareas complementarias no evaluables durante tres semanas más. A nadie se le escapa que, por muy interesantes que sean las propuestas de trabajo que programe el centro, los alumnos van a tender al absentismo y a la desgana porque sienten que ellos ya han cumplido con sus obligaciones.

Todo este desbarajuste tiene una razón de ser. Los alumnos suspendidos habrán de presentarse en la tercera semana de junio a recuperar las materias pendientes. Entre el día 7 que conocieron el suspenso, la semana del 18 al 22 prepararon la recuperación y se presentarán a la convocatoria extraordinaria. Poco tiempo, solo verdaderamente útil para los que tienen poca materia pendiente.

"Con este nuevo calendario se ha producido un claro recorte en la prestación de servicios educativos a la sociedad"

Creo que con este nuevo calendario se ha producido un claro recorte en la prestación de servicios educativos a la sociedad. Recorte que ni siquiera supone reducción de gastos para la administración. Pero que va a generar complicaciones y gastos adicionales para muchas familias que acabarán contratando servicios como campamentos en junio, cursos monográficos y similares para no tener a sus hijos ociosos.

La opción que ha llevado a cabo la Comunidad de Madrid ha sido demasiado radical. Si la convocatoria de septiembre era ineficaz y generaba problemas administrativos, se podía haber apostado por cursos de recuperación durante el mes de julio, como solemos hacer los centros privados. Los alumnos que suspenden suelen necesitar más apoyo y seguimiento que el resto, hay que programar los procesos de recuperación con tiempo suficiente, un mes no es demasiado, pero es más de lo que ahora tienen los que no han superado todas las materias.

Y en todo caso, si la administración educativa estima conveniente esta medida, que sean los centros educativos sostenidos con fondos públicos los que hagan las cosas de esta manera. Por lo menos, que se nos permita a los que no dependemos de los presupuestos del estado, sino de las familias que sufragan nuestros proyectos educativos, que hagamos lo que consideremos mejor para desarrollar nuestra tarea con éxito y dar un servicio más eficaz a las familias.