Salud

Cómo impactan en tu vida las creencias limitantes

Las creencias son las gafas a través de las cuales observamos el mundo que nos rodea o a nosotros mismos.

 

Tanto en una terapia psicológica como en un proceso de coaching, se trabaja con el cliente para identificar qué creencias le están limitando en la consecución de sus objetivos en la vida; sean estos poder sentirse bien, resolver ciertas situaciones personales o profesionales u obtener determinados logros. Y es que las creencias determinan, sin duda, nuestras acciones. 

Las creencias están ligadas a la experiencia. Muchas de ellas se empiezan a formar en la más temprana infancia, viéndose influidas por los acontecimientos y por las personas más significativas en nuestras vidas (padres, amigos, etcétera), pero también por la cultura y sociedad en la que vivimos.

Lo cierto es que realmente no sabemos cómo las cosas son, independientemente de quién las observa. Sólo sabemos cómo las observamos o las interpretamos en un momento determinado. Y es que no vemos las cosas como son: vemos las cosas como somos. Vivimos en mundos interpretativos.

Invisibles

En gran medida, las creencias son invisibles para la persona. Operan a nivel inconsciente o preconsciente. Por ello, son más o menos resistentes al cambio. 

Nuestras creencias influirán en nuestras emociones y comportamientos. De hecho, muchas veces lo que termina ocurriendo no hará más que confirmar nuestras creencias. 

Cuando trabajamos en terapia o en un proceso de coaching, es importante saber distinguir entre lo que son hechos y lo que son creencias u opiniones. 

Además, hacer consciente al cliente de las creencias limitantes y del impacto que pueden tener en su vida es un aspecto fundamental para el éxito del proceso. 

Existen muchos tipos de creencias, pero las limitantes suelen implicar rigidez, grandes necesidades y la idea del “deberías...” hacia uno mismo, hacia los demás, hacia las situaciones de la vida y del mundo. 

Si añadimos que todo esto puede ir acompañado de muchos pensamientos disfuncionales y sesgos psicológicos, en gran parte no conscientes y que aparecen en forma de pensamientos automáticos, tenemos un cóctel perfecto para que las cosas se compliquen más de lo necesario. 

Este tipo de pensamientos nos roban mucha energía y suelen implicar errores a la hora de dar significado a lo que nos sucede, de tomar decisiones y de afrontar ciertas situaciones. 

Soluciones

Para trabajar con las creencias limitantes es fundamental tomar consciencia de las mismas, revisar los juicios y expectativas que se tienen, así como las emociones y sensaciones físicas a las que van unidas. 

Muchas veces, sobre todo cuando se trata de una terapia, este trabajo debe también acompañarse de una revisión de la historia personal; es decir, cómo se han vivido ciertas situaciones en el pasado. 

Finalmente, es muy recomendable añadir el entrenamiento en mindfulness, que permitirá hacerse más consciente de uno mismo y nos enseñará a dejar a un lado el discurso mental cuando éste no sea necesario.