Reportaje

Sergio Paulet: “Quiero correr las 24 Horas de Le Mans”

Sergio Paulet, de 29 años y vecino de Boadilla, se proclamó en noviembre ganador por sorpresa de la Ferrari Challenge, un campeonato automovilístico de coches de la famosa firma italiana. Al volante de un Ferrari 488, sin experiencia en este tipo de pruebas, batió a todos sus rivales.

 

¿Qué has estudiado, a qué te dedicas fuera del automovilismo? He estudiado diseño gráfico, y profesionalmente he trabajado como diseñador y luego pasé a una empresa de exportación, donde sigo como administrador y vendedor.

¿De dónde viene tu pasión por el automovilismo?Me viene desde pequeño. Mi padre me ha inculcado el gusto por los deportes de motor. A él nunca le han gustado los deportes de pelota, odia el fútbol. Hacía motocross y yo de pequeño también lo practicaba. Me gustaban los coches y me llevaba a ver carreras. Al final, estoy aquí por su culpa.

¿Cómo pasas de ser administrativo a piloto de carreras?

Unos mecánicos empezaron a tomar tiempos y le dijeron a mi padre: 'Tu hijo es bueno. ¿Por qué no corréis?'

Empezó como un hobby. Iba con mi padre a los track days, que son eventos en los que puedes ir con tu coche y dar unas vueltas en un circuito para ver qué tal pilotas. Mi padre tenía un Porsche e íbamos con él a correr a circuitos como el de Marbella, Aragón...

A partir de ahí se me empezó a dar bien, aunque nunca me había atrevido a pilotar en karts porque es un mundo muy complicado en el que me tenía que buscar la vida. Era una cosa que implicaba salirme de mi zona de confort siendo un niño...

Unos mecánicos empezaron a tomar tiempos y le dijeron a mi padre: “Tu hijo es bueno. ¿Por qué no corréis?”, y a partir de ese momento ya vino la competición de verdad.

En noviembre ganaste la Ferrari Challenge. ¿Qué cualidades hay que tener para ganar un campeonato como este en el que prácticamente ibas de nuevo? Hay que tener muchísima cabeza y ser muy constante. Hay que estar tranquilo en las situaciones más tensas para poder puntuar lo máximo posible. Por ejemplo, si en un circuito no vas bien, das tu máximo y solo te alcanza para ser quinto, no desesperarte y ser consciente de que ese es tu puesto.

Yo lo aprendí al final con dos salidas que tuve en un par de carreras, y peligró el campeonato. Tuve suerte de que el que iba primero también se salió, pero aparte de eso, si yo no hubiera sido constante, no lo habría conseguido. Hay que puntuar lo máximo que puedas, pero sabiendo hasta dónde eres capaz de llegar. Si fuerzas demasiado, puedes cometer errores.

¿Cómo definirías tu manera de pilotar?

Es un estilo muy calculador. Me gusta mucho tener todo controlado y siempre ir con el coche lo más suave posible, y notar que voy cómodo. Mi estilo en carrera, que es mi fuerte, es saber gestionarla y saber cuándo apretar.

Has competido con un Ferrari 488 ¿Cómo se comporta ese coche?Es un coche agresivo y complicado de conducir. Es muy rápido. Son 670 caballos con un motor biturbo, por lo que tiene mucho nervio. Además, es muy pesado...

Pesa unos 1.500 kilos, bastante más de lo que es habitual. Al ser tan pesado, gasta mucho freno y mucho neumático porque pierde bastante tracción en las curvas.

¿Referentes en el automovilismo?

Mi referente principal es mi coach, José Manuel de los Milagros, que es piloto de BMW M. Ha sido mi mentor desde que empecé, es quien me ha ayudado a nivel psicológico, sobre todo. Como piloto, además, lo tiene todo. Es capaz de sacar siempre la mejor vuelta cuando se lo propone.

Otros referentes de la Fórmula 1, por ejemplo, serían Carlos Sainz y Kimi Räikkönen. Y fuera de ella, diría Álex Palou. Le conocí hace unas semanas y me sorprendió que, a pesar de ser un piloto de primer nivel, es muy cercano.

 

¿Cuáles son tus metas a corto y largo plazo?A corto plazo, poder correr el año que viene. Es la duda que tiene cualquier piloto que no tenga contrato como yo. Quiero correr la Ferrari Challenge en categoría Pro, porque ya no me dejarían correr en Amateur. Para eso hace falta recursos, patrocinadores...

Y a largo plazo me gustaría correr la Porsche Super Cup, y sobre todo, las 24 Horas de Le Mans o las 24 Horas de Spa, aunque sé que es muy complicado.

¿Qué les dirías a los jóvenes que quieran ser pilotos?Es una pregunta difícil porque el mundo del motor tiene un punto complicado e injusto: el dinero. Para que te hagas una idea, para competir en la Ferrari Challenge hay que pagar 60.000 euros y el premio por haber ganado han sido ¡¡50.000 euros en piezas para tu coche!! En especie...

Pero si en este sentido tienen posibilidades, les diría que vayan a muerte y que no se dejen influenciar por malos consejeros. Que se esfuercen, entrenen, que no lo dejen y que den lo máximo en cada carrera.

También un consejo que me sirvió mucho a mí es que nunca es tarde. Aunque creas que eres mayor, siempre se puede competir. Yo tengo 29, pero hay gente que pilota a muchísimo nivel con 41 o 42 años.