“Con la que está cayendo”, como nos hemos acostumbrado a decir, no puede extrañar que más de un millón y medio de españoles viva fuera de nuestras fronteras, un 15 por ciento más en el último año y hasta un 32 por ciento en la última década. Residir en el extranjero supone, para muchos, una salida que no encuentran aquí, pero también una nostalgia que, a menudo, salta desde el primer instante. Pensando en esto último, Alejandro Casanova (en la imagen) lidera, junto a un grupo de socios, una curiosa iniciativa empresarial, a través de la firma Nostalgia Spain, proyectada en la página web www. mamamandame.com
Se trata de un innovador e-commerce que permite adquirir productos alimenticios españoles “de toda la vida”, desde los casi imprescindibles Cola-Cao, Nocilla, chocolate Valor, flan Chino y otros, hasta guisos enlatados a base de legumbres y casquería, pisto e incluso paella con todos sus ingredientes, a falta de la mano diestra del comprador para hacer el guiso. Aceite de oliva, vino, anchoas, ibéricos, galletas y, desde este verano, lácteos como el queso, también forman parte de un catálogo que empezó con 180 referencias. A día de hoy comprende 300 y pretenden acabar el año con un millar de productos.
Alejandro ha vivido muchos años en el extranjero. Italia y, sobre todo, Estados Unidos han sido para él países de referencia. “Viviendo en sitios así sientes nostalgia por tu tierra, hasta de la comida”. De ahí su iniciativa, que enfoca “desde un punto de vista emocional: por los sabores llegas a la gente”.
“Nos dirigimos –explica Alejandro– a estudiantes, emigrantes que no han tenido otra que buscar fortuna más allá, y a expatriados. A ellos les hacemos llegar la gastronomía tradicional española de manera personalizada, sencilla, rápida y barata”.
Los proveedores son empresas españolas, muchas enfocadas a la hostelería; otras, al consumo doméstico privado. Son platos de calidad, de los llamados de quinta gama porque se elaboran de forma especial y se someten a un proceso de pasterización que garantiza el sabor y las cualidades durante su transporte (normalmente, de 4 a 5 días desde que se formaliza el pedido), listos para consumir tras ser calentados al horno o al microondas.
“Queremos convertirnos en el referente de la comida española en el mercado europeo y, quien sabe, eventualmente también mundial”, prosigue.
Una media de siete pedidos diarios
La empresa, que pronto se trasladará al polígono Ventorro del Cano, maneja un pequeño stock para responder a la demanda de forma inmediata, actualmente a razón de 6 o 7 pedidos diarios. Los productos que requieren frío los mandan con acumuladores de frío y cajas isotermo de corcho dentro de las tradicionales de cartón.
¿Sus mercados de referencia? Bélgica, Alemania, Reino Unido e incluso Finlandia tiene tirón, pero también otros como Polonia, Hungría, Italia y los países nórdicos. ¿Y lo que más se demanda? “Pipas y aceitunas tienen éxito, y en época de frío potajes y otros de cuchara, como los de la marca Umoh. El ticket medio ronda los 80/90 euros y, por el contenido del pedido, es fácil adivinar el tipo de cliente: estudiantes que piden para ellos y los amigos con los que comparten piso o residencia, parejas emigradas, profesionales puntualmente expatriados por sus empresas... El 50 por ciento son gente de aquí que lo encarga para familiares fuera de España”.
La tecnología, también exportable
Sus proyectos no acaban ahí. “Nuestra intención es exportar esta plataforma tecnológica para situar mamamandame. com en cualquier lugar del mundo. Incluso llegar a poner en marcha corners y puntos de venta en supermercados y hostelería de otros países que permitan adquirir directamente estos productos o, al menos, aquellos que autorice la legislación de cada lugar”.


