Reportaje

Monte de Boadilla, un espacio para disfrutar y cuidar

Se acerca la primavera y con ella el buen tiempo a Boadilla. Esta época nos ofrece a todos una fantástica oportunidad para disfrutar de nuestro bien más preciado… el monte. Un paraje natural para disfrutar, pero que también es hacerlo cuidándolo para que siga siendo lo que es.

 

El monte de Boadilla es nuestra gran joya y uno de los atractivos del municipio. Sus cerca de 900 hectáreas repletas de encinas, fresnos y pinos representan uno de los principales pulmones toda la región. Además de ser el hábitat de multitud de especies animales, como conejos, aves, zorros, jabalíes o reptiles, entre muchas otras.

Para hacer posible toda esta variedad de flora y fauna, el agua juega un papel fundamental. Además de las aguas subterráneas, el arroyo de la Fresneda, que discurre paralelamente a la M-513, divide el monte en la zona norte y sur para acabar desembocando en el río Guadarrama.

Responsabilidad de todos

Estudios e informes realizados en los últimos años han demostrado que, coincidiendo con la llegada de más vecinos al municipio y, sobre todo a partir de la pandemia, el uso del monte se ha intensificado, entrando en conflicto las costumbres de los vecinos y visitantes con la protección y conservación de su biodiversidad.

Además, el paso constante de viandantes y ciclistas monte a través ha provocado que se abran surcos y viales que no existían, por los que discurre el agua rápidamente, erosionando y desgastando aún más el terreno y poniendo en peligro la integridad tanto del monte como de las personas. Además, se perturba a especies que huyen ante la presencia humana.

Los expertos medioambientales llevan años advirtiendo de estas amenazas para este ecosistema único. Para fomentar la correcta utilización del monte, en 2020 la Comunidad de Madrid actualizó el Plan de Ordenación del Monte de Boadilla y Las Encinas, que estará vigente hasta 2026.

Con él se busca compatibilizar el disfrute del monte por parte de los visitantes con la protección de sus valores naturales. Desde entonces, se trabaja en la reforestación de distintas zonas, la eliminación de caminos que nunca existieron o restringiendo el paso por aquella áreas medioambientalmente más sensibles (de anidamiento de aves, crecimiento de determinadas especies vegetales…).

El Ayuntamiento de Boadilla, por su parte, también ha lanzado en los últimos años varias campañas de concienciación para el cuidado de este espacio verde. Una de las últimas, El monte encantado de Boadilla, que hace hincapié en una serie de medidas para conservar correctamente el monte y no tener que tomar otras más drásticas a medio plazo.

Entre ellas, y casi la más importante, que se utilicen nada más los senderos señalizados de uso público y se respete la masa boscosa y las zonas en regeneración. Solo así el monte de Boadilla seguirá cumpliendo su importante función y seguirá siendo lo que ha sido. Porque de ir a peor, es muy probable que se limite aún más su uso público.

 

Para que siga siendo monte

  • Utiliza solo los caminos de uso libre. No vayas monte a través porque no está permitido el acceso a las zonas en regeneración y de reserva natural. ¿El motivo? La presencia humana asusta a determinadas especies y deteriora además el monte.
  • Las mascotas deben ir siempre atadas y junto a su dueño para que no molesten a otros usuarios ni a la fauna. 
  • Los excrementos de las mascotas deben recogerse. ¿Por qué? Porque el monte no capaz de asimilarlos todos. Además, si los dejas pueden introducir microorganismos y producir enfermedades a otros animales, alterando así su ecosistema.
  • Ciclistas: por los caminos de uso libre, a no más de 20 km/h y teniendo en cuenta que el peatón tiene prioridad. Recuerda que el monte no es un circuito deportivo.
  • Está prohibido hacer acampadas, fuego, picnic…