Reportaje

Juanjo Artero: "El teatro es una buena medicina"

Saltó a la fama con 14 años, en el papel de Javi, en la serie Verano Azul. Años después recuperó el éxito de la mano de Charly, en el Comisario. Entre uno y otro, el actor Juanjo Artero, vecino de Boadilla del Monte desde hace cuatro años, ha hecho un poco de todo en el mundo de la interpretación. Próximamente le podremos volver a ver en Antena 3 en la nueva serie El Barco.

 

Hasta 17 papeles en distintos montajes teatrales –entre ellos el Don Juan del Tenorio–; 14 trabajos entre películas y cortos; 15 series de televisión –a la que en gran medida debe su fama– y 12 premios jalonan la trayectoria de Juan José Artero (Madrid, 1965), un consagrado y versátil actor que con 14 años ya conocía la fama por su papel de Javi en la serie Verano Azul, emitida por TVE a comienzos de los 80.

 

En la pequeña pantalla, aquel chaval terminó siendo casi tan famoso como su compañero de reparto, el popular Chanquete interpretado por un veterano Antonio Ferrandis. Curioso, pues el entonces debutante carecía de formación artística –más allá de alguna incursión en el teatro escolar– o precedentes familiares en el ramo, salvo por su tío, director del segoviano teatro Juan Bravo. Eso sí, su vocación artística era rotunda: “Siempre quise ser actor”, confiesa. Un encuentro fortuito con Antonio Mercero en una piscina hizo el resto. Mercero, un as para detectar nuevos talentos, le ofreció el papel y Artero no lo dudó.

 

Recuerda que con aquella edad encajó el duro rodaje en Nerja como algo divertido. Sin embargo Juanjo, que vive en Boadilla del Monte desde hace cuatro años y torna la vista resignado cuando le insisten con Verano Azul, nos cuenta que el personaje pudo con la persona, y que proseguir su carrera profesional no fue fácil arrastrando semejante halo. Un listón muy alto.

 

Pese a todo, su trayectoria no se truncó, y desde entonces ha progresado a base de trabajo y tenacidad. Desde 1999, y con hechura y físico madurados, su papel de Charly, en la serie de Tele 5 El Comisario, le devolvió al estrellato.

 

En mitad del rodaje de El Barco, que Antena 3 prevé estrenar este mes, Juanjo nos comenta que debe mucho a Charly, con el que convivió diez años –simultaneándolo con ocho montajes teatrales– por la excelente acogida que tuvo la serie.

 

Nunca dejó de trabajar, pero ¿cómo fue el intervalo menos popular entre Verano Azul y El Comisario?  Terminé de estudiar y comencé Arte Dramático. Mientras, ha habido de todo: teatro (que como el resto de espectáculos tacha de “una buena medicina” en tiempos de crisis), cine, cortos…

 

¿Cuál ha sido su papel estrella? Cada papel de mi carrera me ha hecho como actor. Recuerdo con satisfacción interpretaciones teatrales de clásicos, sobre todo del Lucindo en La discreta enamorada de Narros; y otros, como el Michael de Seis clases de baile en seis semanas (junto a Lola Herrera y que ha estado en cartelera en Madrid hasta hace unos meses).

 

¿Y qué recomendaría a los que sueñan con la profesión? Que esto se consigue estudiando y preparándose. Hay varios caminos. El mejor, cursar Arte Dramático. Pero al final, siempre está la preparación, incluso física y de voz. La interpretación exige retos tan divertidos como aprender a bailar o, aunque mínimamente, a tocar algún instrumento…

 

¿Es duro este mundo? ¿Qué prefiere, cine, teatro o televisión? Sobre lo último, dependen del proyecto. En cuanto a lo primero, más duro es bajar a la mina. Hay momentos cansados, pero si te gusta… Lo más difícil es hacer una prueba y pasar días mirando un teléfono que no suena, esperando a que te llamen para trabajar.

 

¿Su premio favorito? El Juan Bravo, que recibí en el teatro que durante años dirigió mi tío, poco después de su fallecimiento. Recuerdo lo que disfrutaba de pequeño entrando allí, descubriendo sus rincones.

 

El Barco, un proyecto ambicioso

 

Ahora Juanjo Artero vive intensamente el trabajo que más le ocupa: El Barco. Una ambiciosa producción de Globomedia para Antena 3 que le devuelve a televisión junto a nuevos talentos, como la atractiva pareja formada por Mario Casas (Tres metros sobre el suelo) y Blanca Suárez (El internado), una de sus hijas en la ficción.

 

En la serie de esta comedia romántica de aventuras, la tierra ha desaparecido por un cataclismo. Los tripulantes del buque escuela Estrella Polar, capitaneado por Artero, parecen ser los únicos supervivientes. No saben qué ha pasado ni si queda vida más allá, pero sí que se tienen los unos a los otros. La trama asegura amor, amistad, conflictos y lucha por la supervivencia.

 

Rodada entre Madrid y Valencia (en el mar), cuenta con la segunda goleta más grande de España para los exteriores y con un enorme escenario en Villaviciosa de Odón que reproduce al detalle las cuatro plantas del interior del navío. Desde la sala de máquinas al camarote del capitán, la sala de juego, la cocina, el comedor o el puente de mando.

 

Cuéntenos sobre su papel en El Barco... Interpreto a un lobo de mar que ha enviudado y lleva consigo a sus dos hijas. La trama ya la conocéis, no puedo avanzar más. Creo que va a tener mucha pegada entre la gente joven.

 

Además de este papel, ¿qué se trae entre manos? Junto a Neus Asensi, Elisa Matilla y Ángel Pardo, estoy de gira con la obra de teatro Karaoke, que lleva Pentación y dirige Juan Luis Iborra. Se trata de una comedia con fondo que me impide estancarme al alternarla con la televisión. Nuestra próxima parada es Palma de Mallorca.

 

¿A favor o en contra de las polémicas subvenciones al cine español? Es malo que se hable de esto, pero desde mi punto de vista el cine debe estar apoyado y subvencionado. Todo lo está.

 

¿Y qué opinión le merecen los actores políticamente comprometidos? La profesión se presta a este tipo de cosas. Personalmente, siempre me he mantenido al margen. Prefiero ser libre; no voto siempre al mismo.

 

¿Por qué vino a vivir a Boadilla? Por el colegio de mis hijos (tiene dos, Carlota y Miguel, de 12 y 10 años). Pero conocía la zona porque de pequeño iba al Club Las Encinas. Además, tengo familia que vive en Brunete, y solía venir por aquí.

 

¿Qué es lo que más le gusta de aquí? Estoy encantado con los espacios verdes. Tengo entendido que éste es uno de los municipios con mayor superficie protegida de la Comunidad de Madrid. Espero que a nadie se le ocurra recalificarlo. También me gusta cómo se ha urbanizado, en general con edificios de poca altura.

 

¿Y lo que menos? Los políticos (se ríe y reflexiona)... En realidad, nada concreto.