Medio ambiente

El Monte de Boadilla recupera su fauna

Un cárabo, un azor y dos autillos son los nuevos moradores del Monte de Boadilla. Rapaces soltadas este fin de semana en el monte y con las que se pretender reestablecer el equilibro ecológico en el mismo.

 

El alcalde de Boadilla del Monte, Antonio González Terol, y el consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Borja Sorasala, participaron ayer en un acto de suelta de aves rapaces nocturas en el Monte Sur de Boadilla del Monte. 

 

El acto contó con la presencia del viceconsejero de Medio Ambiente, Enrique Ruiz Escudero, representantes de Parque regional del Curso medio del río Guadarrama y su entorno y numerosos concejales de la Corporación Municipal.

 

Las rapaces liberadas fueron un cárabo, un azor y dos autillos recuperados en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS "Madrid- Viñuelas") de la Comunidad de Madrid tras ser encontrados con múltiple traumatismos y lesiones.

 

Conforme explicó el consejero de Medio Ambiente durante la visita, “el Monte de Boadilla ha recuperado la presencia de fauna silvestre que debido a las malas prácticas del pasado se encontraba esquilmado de animales hace menos de 10 años y hoy alberga doce parejas de aves rapaces, lo que la convierte en uno de los puntos con mayor densidad de rapaces de la región.”  

 

Recuperación de la fauna

 

La suelta de estas rapaces tiene como objetivo impulsar la implantación definitiva del grupo de los depredadores en este monte y así restablecer el equilibrio ecológico. Con ello se culmina el trabajo de 14 años. El Monte de Boadilla tiene una superficie de unas 900 hectáreas y es de titularidad pública (Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Boadilla del Monte). Está situado en las proximidades del Parque Regional del Curso Medio del Guadarrama y la calidad de sus masas de encinar le hizo recibir la figura de Monte Preservado.

 

En 1998, parte del Monte de Boadilla fue incorporado al Catálogo de Montes de Utilidad Pública de la Comunidad de Madrid debido a su interés general al desempeñar funciones de carácter protector, social y ambiental. En 1999 la Comunidad decidió intervenir en la gestión de dicho monte, una isla forestal de gran valor y con una gran vocación como zona de uso recreativo, gracias a su buena accesibilidad y proximidad a los núcleos urbanos de Boadilla, Majadahonda o Pozuelo. Desde entonces, el Gobierno regional ha invertido más de un millón de euros en labores de mejora y recuperación.

 

Los trabajos desarrollados han incluido la redacción y aprobación de un Proyecto de Ordenación del Monte de Boadilla o la regeneración del suelo para prevenir la erosión. Además se han desarrollado labores para la prevención y lucha contra incendios mediante la creación y mantenimiento de áreas cortafuegos y fajas de seguridad, mediante desbroces de vegetación y el empleo de ganado ovino como herramienta tradicional de prevención de incendios.

 

Para favorecer la instalación de fauna en un primer momento se estableció la base de la pirámide alimentaria mediante la mejora de la vegetación existente, después se comenzó en 2007 con la reintroducción y consolidación de la población del conejo de monte, base alimenticia de la mayor parte de las rapaces. Para ello, se procedió a construcción de cercas de aclimatación, se introdujeron núcleos de 60 conejos para que sirvieran de base reproductora en un entorno natural, localizado, controlado, sin predadores, dotado de alimento y agua, y con zonas de refugio y aptas para la reproducción.

 

Para facilitar la colonización se construyeron nuevos majanos en las zonas próximas a la cerca para que dispusiesen de zonas aptas de refugio y reproducción. Además se realizaron 4 zonas de siembra de leguminosas y cereal como zonas de alimentación próximas a los majanos. Por último, durante 2013, se dirigió la colonización de la ladera del Barranco del Romeral, mediante la construcción de 8 majanos. El interés por la colonización de esta zona radica en que la orientación de solana y la disponibilidad de agua permitan al núcleo ser autosuficiente sin necesidad de asistencia.