En la calle Francisco de Goya, rodeado de adosados y muy bien comunicado, encontramos el punto de encuentro de una gran parte de los jóvenes Boadilla del Monte: el Skatepark. Un espacio que desde su construcción se ha ido convirtiendo en uno de los lugares más emblemáticos de los jóvenes del municipio y, especialmente, entre los amantes de deportes como el skateboarding –la realización de todo tipo de piruetas y trucos sobre una skateboard o patinete– o el denominado BMX –acrónimo de Bicycle Moto Xup, y que consiste en hacer todo tipo de acrobacias sobre una bici adaptada, deporte olímpico desde los juegos de Pekín de 2008–.
El Ayuntamiento de Boadilla del Monte, además de ceder este espacio para la práctica del skateboard, dio hace años a los jóvenes la posibilidad de ir plasmando su arte en los distintos saltos, halfs, bañeras... que el espacio posee. Los artistas locales han dado rienda suelta a su creatividad: graffitis y dibujos de los estilos más variados cubren cada centímetro de cemento. Un collage a gusto de quienes pasan ahí más tiempo.
Pero las pistas de Skateboard se han convertido en algo más que un sitio en el que practicar estos deportes sobre ruedas, el fútbol o baloncesto. Desde hace algún tiempo, personas de todas las edades hacen ahí su vida social al aire libre. Bien atraídos por el auténtico espectáculo de los jóvenes saltando y subiendo en sus monopatines o bicicletas, el ambientillo deportivo –son frecuentes los partidos entre amigos–, padres que se acercan con sus hijos a la zona... O los propios deportistas y sus seguidores.
Una gran familia
Las opiniones de los que acuden a al parque son claras: “El skatepark se ha convertido en nuestro sitio de reunión habitual. Allí no sólo patinamos. También hablamos, nos juntamos, celebramos y rapeamos. Nos juntamos desde skaters hasta bikers, algunos profesionales. Somos muchos... y todos formamos una gran familia. Y aunque la mayoría no sea ni de Boadilla, y las instalaciones estén algo destrozadas, sigue siendo nuestro lugar de todos los viernes, algún sábado y muchos domingos, incluso los días entre semana sin exámenes”. Quien así habla es Natalia Martín, visitante y patinadora habitual del skatepark.
Para una gran parte de los jóvenes, este es “el gran punto de encuentro” de Boadilla. Lo curioso es que ahí nos encontraremos skater, bikers y rollers de todas las edades. En definitiva, un ambiente de los más variado. Entre ellos, siempre buen rollo y una gran solidaridad y apoyo, ya que han ido aprendiendo los unos de los otros. Todo un ejemplo, a su nivel, de transmisión del conocimiento de generación en generación. Por eso, cualquier foráneo o quien desee aprender nuevas técnicas, siempre va a poder contar con la ayuda de alguien mayor o con más experiencia que va a estar dispuesto a ayudarle.
Los peros...
Claro que no todo son halagos al skatepark. Los deportistas se quejan de las deplorables condiciones en las que se encuentran las instalaciones. “Nuestro skatepark está un poco roto. Todos los bordillos tienen agujeros o les faltan trozos, y eso causa muchas lesiones porque al patinar se nos atranca el skate”, afirman Jude y Mario, skaters semiprofesionales de Boadilla.
Demandan una mejora en las instalaciones y de su entorno. Demandas sencillas. Les gustaría, por ejemplo, que hubiera una fuente en el skatepark “ya que son deportes de mucho ejercicio físico en el que se necesita estar hidratado continuamente”. No es fácil conseguir ahí agua o una bebida refrescante. Para comprarla, deben ir hasta la avenida principal (Nuevo Mundo o Siglo XXI) y cargar con ella hasta el skatepark.
Los más veteranos creen conveniente a su vez crear una zona exclusiva para los más pequeños. Un espacio en el que puedan aprender y a la vez no molestar a los mayores por los peligros que ello pueda conllevar sobre la pista.
Skaters, bikers, roller... todos ellos personas que quieren fomentar el deporte y que animan a todo el mundo a que vaya allí a practicarlos. Y nivel hay. Entre los asiduos al skatepark de Boadilla del Monte se encuentra Sergio Layos, el tercero mejor del mundo de BMX; Emilio Arnalz, uno de los mejores skaters de la península, o Paco El Loco, residente en boadilla y competidor BMX.
Las instalaciones son hoy en día un referente de los jóvenes del municipio, un punto de encuentro, su zona de reunión. Un lugar en el que encuentran un ambiente familiar, y en el que poco a poco se han ido formando en un grupo cada vez más grande. ¿Su objetivo? Pasárselo bien y disfrutar al máximo de lo que tienen.
Escenario de videoclips y lugar de talento
El skatepark de Boadilla del Monte no sólo alberga a deportistas. Se ha convertido en un lugar de encuentro e inspiración para los amantes del rap. Todos los fines de semana además de los skaters, un grupo de cantantes acude allí a explotar su creatividad. Incluso recientemente utilizaron ese escenario para grabar un videoclip en el que participaron muchos de ellos, skaters o bikers.
Kane, responsable del videoclip y productor del estudio de grabación K-Whells Records, de donde salen muchas de las futuras promesas del hip-hop español, nos explica los motivos de la elección de este lugar: “Decidimos grabar el video en el skatepark porque pretendemos elegir un ambiente familiar con un toquecillo underground, pero más que nada por el ambiente ya que estamos aquí reunidos todos los fines de semana”.
También es frecuente la presencia de ojeadores de estudios o agencias de publicidad en busca de nuevos talentos.