Cultura

La Casa de aves, un edificio único

La Casa de aves, espacio que albergaba la colección de animales vivos del infante, se convertirá este año en un museo dedicado a la relación a lo largo de la historia entre la humanidad y los animales salvajes. Es la única instalación de este tipo que se conserva en España.

 

La Casa de aves, aviario o gallinero del palacio del infante don Luis forma parte del conjunto palaciego junto con el estanque, la noria, los jardines, la huerta y la fuente. Un edificio que el infante mandó construir para albergar su colección de animales vivos. Es el único de estas características que se conserva en España y de los pocos de Europa. De ahí su importante valor.

Un edificio que el infante mandó construir para albergar su colección de animales vivos

La justificación de estas ricas colecciones de animales exóticos vivos se concreta en tres aspectos básicamente. Por un lado, la ostentación del poder. 

Por otro, el interés propio de la Ilustración de rodearse de conocimiento, de objetos curiosos y singulares. Y, por último, citar la gran afición del infante don Luis por los animales, en general, y las aves en particular.

Tras su restauración, esta singular construcción permanece abierta al público los fines de semana. De momento para admirar su arquitectura, el entorno y conocer un poco de la historia de la casa de aves a través de distintos paneles explicativos.

Un museo sobre la historia del hombre y los animales

Pero, tal y como nos cuenta el coordinador de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Boadilla del Monte, Miguel Ángel García Valero, albergará en un futuro muy cercano “un conjunto museográfico que nos ilustrará sobre la relación entre la fauna salvaje y la humanidad a lo largo de la historia, algo tan singular como el propio edificio y que difícilmente encontraremos en otro sitio”.

Cómo estos han sido utilizados para ejercer el poder, la ostentación, como símbolo, culto, compañía, elementos decorativos... hasta los zoológicos o parques temáticos que hoy conocemos. Todo ello utilizando sistemas expositivos de última generación y buscando la continua interacción con el público, especialmente infantil.

La colección de aves del infante era la parte más relevante del pequeño zoológico que llegó a reunir, no solo en Boadilla sino antes en La Granja, Aranjuez, el Retiro e, incluso, el Palacio Real de Madrid.

El infante llegó a reunir un pequeño zoológico: un oso, una cebra... De esta última encargó incluso un retrato

La colección faunística comprendía desde un oso vivo hasta incluso una cebra que vivía en semilibertad por sus jardines.

Debemos tener en cuenta lo difícil y costoso que debió ser importar una animal como este desde el África subsahariana a mediados del siglo XVIII.

Era tanto el aprecio que el infante tenía por el animal, que encargó en 1774 a Luis Paret, su pintor de cámara, que representase a la cebra, quedando inmortalizada para la posteridad en una magnífica acuarela conservada en el Museo del Prado. Tras su muerte, ordenó que la disecasen, pero el cuerpo se perdió.

Su presencia nos la recuerda hoy en día la figura a tamaño real que se incorporó a la Casa de aves tras su restauración. En sus jardines nos encontraremos también con los únicos habitantes que nos recuerdan lo que fue la Casa de aves: dos pavos reales.

 

Su distribución

La distribución del edificio se define por una planta circular con patio central y pozo.

Se divide en 14 estancias perimetrales utilizadas para albergar a los animales a cubierto y con una pequeña trampilla de salida a la parte exterior de estas jaulas en cada una de ellas (la impronta en el suelo de los muros que sustentaban estas jaulas exteriores se ha conservado en alguna ocasión; y en el resto, se ha recreado para la mejor comprensión de este espacio).

A este curioso edificio con forma de anillo se adosa otro en forma de “T” destinado a los usos vinculados con el aviario. Y en la parte trasera se encuentra la casa del guarda.

 

HORARIO DE APERTURA

Sábados y domingos de 11 a 14  y de 16 a 19 h.