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Triunfadora sobre ruedas

Lucía Martínez Villalba, jugadora de hockey sobre ruedas y campeona de España, lleva practicando esta difícil especialidad deportiva desde los seis años y tiene 19. No ha perdido el tiempo: junto a sus compañeras del Club Patín Alcorcón, acaba de hacerse con el oro europeo por equipos.

 

Lucía (Madrid, 1994) vive en Boadilla desde siempre, “cerca del McDonald’s”, nos cuenta. Estudia Veterinaria, que le entusiasma –“aunque mi primera opción era la inalcanzable Biotecnología”–, toca el piano como amateur –“sin clases ni nada, pero me gusta mucho”–, es apasionada del teatro y, sobre todo, del hockey sobre patines, que practica como profesional, “aunque no me gano la vida con ello”, matiza a Sólo Boadilla.

 

Como estudiante y jugadora se formó en el Colegio Virgen de Europa de Las Lomas. En esta modalidad deportiva, donde ha terminado triunfando, empezó a los seis años. “Eran equipos mixtos –aclara–. Mis amigos lo hacían como diversión, una extraescolar más, y yo me animé. Muchos lo fueron dejando, quizá porque desde fuera el hockey parece fuerte y violento, aunque está demostrado que el fútbol es más lesivo; aquí llevas mucha protección”.

 

Cuando llegó a segundo de ESO tuvo que decantarse por la gimnasia rítmica, que también practicaba y el hockey. Se quedó con el deporte sobre patines de ruedas paralelas –“los de línea que tanto gustan a la gente me parecen difi cilísimos…”, dice–. Como a partir de juveniles no podía seguir jugando mixto, fi chó por su actual equipo, el Club Patín Alcorcón.

 

Con ellos lleva cinco años, al principio compitiendo hasta contra jugadoras de mayor edad. Las cosas le han ido bien: el año de su debut ya se batió en el Campeonato de España como suplente –“éramos muchas y nos rotaban”–, y fueron segundas por detrás de las catalanas, referentes españolas de la especialidad.

 

Hoy se mantiene en el mismo equipo y con las mismas compañeras “salvo una que se fue a Estados Unidos”. Ver partidos como suplente y su afán de superación le hicieron progresar hasta en el banquillo. Incluso ha jugado en la Selección Madrileña Sub18, donde ha sido capitana durante dos años. “Hago un poco de todo, pero me gusta la defensa. Jugando, lo más difícil es no mirar a la bola, sino al defensa, y tirar a portería: tienes que apoyarte sobre una pierna y echar hacia delante el peso para darle con fuerza; es complicadillo”, explica.

 

¿Qué le gusta del hockey? Todo: el ambiente de los viajes (cada 15 días, y en fi n de semana, compiten por toda España, casi pagándoselo ellas mismas), el ejercicio que haces, mejorar y pasarlo bien… Es duro entrenar (lo hace los martes, miércoles y jueves), sacrificado, pero también reconfortante. Merece la pena y me ayuda a organizarme.

 

Ahora juega la Liga Nacional –“vamos quintas y nos queda lo más duro hasta junio”, nos explica–, pero, mejor aún, acaba de triunfar a nivel europeo, donde su equipo se ha hecho con el oro en un torneo de clubes similar a la Champions League del fútbol. “Ha sido en Burdeos, y vencimos incluso a las anfitrionas”. Entusiasmada del monte para salir a correr, suprimiría los guardias tumbados que pueblan muchas de nuestras calles, ahora que conduce. “Boadilla es un sitio cómodo para hacer deporte, ahora con el carril bici, aunque Madrid tiene más ventajas para salir, tomar algo…” 

 

¿Y la Selección Nacional? Acceder es difícil, pero no lo descarto. Me gustaría probar un Erasmus en Francia. Hablo el idioma y allí hay tradición de hockey y veterinaria, que en realidad es mi prioridad.