Nació hace 74 años en San Juan de la Mata, una pequeña aldea en la comarca de El Bierzo (León). Hijo único. No llegó a conocer a su padre. “Murió antes de nacer yo”.
Descubrió siendo un niño la fotografía. “Con 16 años me iba Ponferrada a ver los escaparate de los fotógrafos”, recuerda. Con 18, se vino a Madrid a buscarse la vida. Primero él. Y luego su madre, que aún vive (95 años).
Su afán desde pequeño siempre fue fusionar la fotografía con la pintura. Un efecto que consiguió por casualidad con una Polaroid
Su afán desde pequeño siempre fue fusionar la fotografía con la pintura. Un efecto que consiguió por casualidad con una Polaroid. “Había hecho una foto que no me gustó y la arrugué para tirarla. Pero al abrirla, el revelador del papel polaroid había creado un efecto pictórico que se aproximaba a lo que yo siempre estuve buscando interiormente: algo más que una imagen”, reconoce.
Y así empezó todo en un proceso de experimentación autodidacta que no ha abandonado desde entonces y que cuyas posibilidades se han vuelto casi infinitas con los ordenadores.
A la fotografía pocas veces se dedicó profesionalmente en exclusiva, “pero tuve trabajos en los que mi aficción se cruzaba en mi camino de una manera u otra”. Impartió clases de esta materia en un colegio universitario, ha recibido varios premios y reconocimientos por sus trabajos y participado en múltiples exposiciones con sus obras.
Es la tercera vez que expone en Boadilla, donde vive con su mujer desde hace 23 años.
Manuel, ¿cómo defines lo q u e h a c e s ? E s c o m p l i c a d o . Yo lo defino como pintura y a su vez arte digital. Arte digital porque utilizo colores digitales, pinceles digitales. Pero el resultado final es un cuadro que imprimo en lienzo, enmarco, vendo, expongo...
¿Cuál es tu proceso creativo?
El arte digital que yo hago comienza con la fotografía y se transforma en una nueva imagen con la ayuda de herramientas digitales. Algo que hoy en día utilizan muchísimos artistas para crear obras de arte.
Con distintos programas en el ordenador, empiezo a componer una obra que a mí me guste, que tenga luz, color... Es un trabajo de muchas horas con el ratón frente a la pantalla. ¡Lo sabe bien mi mujer! (Ríe).