Conoce a

Lucía Serredi, paisajista: Cuando el fin es la belleza

La paisajista toscana Lucía Serredi, vecina de Boadilla desde 1978, ha restaurado el Jardín del Rey de Aranjuez, los del Canal de Isabel II en la plaza de Castilla, en Madrid; los del Museo de Cerralbo y el Museo Sorolla, los del patio interior del Museo de América... En Boadilla, el Ayuntamiento le encargó en 2000 rehabilitar la plaza de la Barbacana.

 

Es coautora, junto al historiador José Luis Souto, del libro Jardines del palacio de Boadilla del Monte- Estudio histórico y propuesta de restauración. Un volumen editado por la Comunidad de Madrid, Caja Madrid y el Ayuntamiento de Boadilla del Monte  en 2001. En definitiva, una obra  bastante esclarecedora sobre el valor histórico y significado de los jardines del palacio del Infante Don Luis.

 

La suya, dice, es una profesión dura “en un mundo de hombres”. En ella lleva 34 años. “No soy una paisajista que sólo planta. Me gusta estar a pié de obra desde el principio hasta el final de mis proyectos”.

 

¿Por qué son tan importates los jardines del Palacio? Es un jardín del siglo XVIII único en España. Mantiene las canalizaciones, los drenajes y desagües, la base de la fuente. En definitiva, lo más importante de un jardín, que no son sus plantas, sino su estructura. Su diseño, un jardín geométrico cerrado con tres bancadas, más toscano no se puede encontrar. Repiten el esquema de tantas villas renacentistas de los Medicci. Conservan un valioso, aunque olvidado estanque con noria en el bosque cercano, una plaza formando exedra en la fachada noroeste del palacio rematada por una monumental fuente y depósito de aguas, un originalísimo e ignorado edificio circular destinado a gallinero [junto al Convento], puentes de granito en los accesos al pueblo; todo ello unido a una iglesia de origen mudéjar y a un convento del siglo XVII.

 

¿Qué le parece el proyecto de restauración propuesto por la SGAE, rechazado ahora por la Comunidad de Madrid? Creo que la destrucción y reconstrucción del parterre para instalar debajo un auditorio, es una actuación bastante violenta sobre el jardín que destruiría toda la estructura que ahora se conserva. Respecto al edificio, es un palacio pequeño. Lo ideal sería dedicarlo a museo, un uso cultural que permitiría que la parte dedicada a oficinas fuera lo mínimo posible.

 

¿El secreto para que un proyecto de paisajismo sea un buen proyecto? Que el propietario del terreno, el arquitecto y el paisajista vean el terreno antes de hacer nada, y a partir de ahí, empiecen a trabajar.

 

¿Con qué objetivo? La finalidad de un jardín es la belleza.