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En lucha contra una enfermedad emergente

Rebeca Andradas, vecina de Bonanza, es paciente de Esofagitis Eosinofílica, una enfermedad crónica que provoca la inflamación del esófago debido a alguna alergia alimentaria. Esto dificulta o impide el paso de los alimentos hasta el estómago.

 

Rebeca y sus dos hijos están entre las 40.000 personas en España afectadas por una enfermedad que, a quienes la padecen, les causa importantes problemas para tragar alimentos, entre otros. Se trata de la Esofagitis Eosinofílica. A través de la Asociación Española de Esofagitis Eosinofílica (AEDESEO), se dedica a tiempo completo a la investigación y tratamiento de esta enfermedad para ayudar a los pacientes y darles visibilidad.

¿Cómo empiezas a investigar sobre la Esofagitis Eosinofílica?

Yo empecé estudiando biológicas, pero por temas laborales he estado trabajando toda mi vida en Mercamadrid. Me metí en la investigación de la Esofagitis Eosinofílica porque uno de mis hijos, que tenía diagnosticadas varias alergias, cuando tenía tres años empezó a tener vómitos y dejar de comer.

Fuimos a mi alergóloga, pero no eran capaces de averiguar el por qué de todas estas manifestaciones digestivas. Por eso nos recomendó que fuéramos a gastroenterología, y a los seis meses ya estaba diagnosticado con esta enfermedad.

A raíz de esto me puse a estudiar nutrición y dietética, y dediqué todos mis trabajos a la investigación de la enfermedad. Sobre todo porque había muy poca información y pocos médicos familiarizados con ella.

¿Actualmente a qué te dedicas?

Soy colaboradora y coordinadora de dietas en AEDESEO, que es la Asociación Española de Esofagitis Eosinofílica. Además trabajo haciendo estudios de investigación en el hospital Puerta de Hierro.

AEDESEO nació en 2012 con el objetivo de facilitar y dar mayor calidad de vida a los pacientes de esta enfermedad. Colaboramos y recaudamos fondos para la investigación, damos difusión a la enfermedad, informamos y ayudamos a los pacientes, y sobre todo intentamos avanzar en sus derechos.

Empecé a colaborar con ellos a raíz de que le diagnosticaron la enfermedad a mi hijo. Justo antes de empezar a ayudar a los pacientes de la asociación le diagnosticaron la enfermedad a mi otro hijo, y por último también a mí.

¿Qué hacéis desde AEDESEO para dar visibilidad a la enfermedad?

El año pasado desde AEDESEO lideramos la organización del primer día europeo de la Esofagitis Eosinofílica coordinándonos con otros países como Inglaterra, Italia, Suiza… Desde entonces el día 22 de mayo se reconoce como el día oficial de esta enfermedad.

Hicimos un evento en Madrid en el que nos reunimos pacientes de la enfermedad, repartimos panfletos informativos e hicimos conexiones con el resto de países. Este año repetiremos porque es importante seguir dando visibilidad.

¿Cuáles son los síntomas?

Dependiendo de la edad puede afectar de una forma u otra. A los más pequeños les suele provocar vómitos o regurgitación. Se les puede identificar porque necesitan masticar mucho o beber agua para ayudar a pasar la comida.

A los mayores les afecta de otra forma. Normalmente sufren de disfagia, que es dolor al tragar, pero también reflujo, y sobre todo impactación esofágica, que ocurre cuando el esófago está tan inflamado que los alimentos se quedan directamente atascados.

¿Qué tipo de tratamientos hay?

Hay tres vías de tratamiento habituales. La primera es el tratamiento con protectores de estómago, como el Omeprazol. También corticoides deglutidos, que es una fórmula para que el corticoide se quede pegado al esófago. Y por último terapia dietética, que se hace en la fase inicial y consiste en encontrar cuál es el alimento que provoca la alergia y eliminarlo de la dieta.

Para casos más severos hay otras alternativas como la dilatación esofágica o tratamientos biológicos. La eficacia de estos tratamientos se tiene que identificar con una endoscopia, no sirven solo los síntomas para validar si funciona o no.