Carolina Tejera (49) estudió Ciencias Empresariales y su trayectoria profesional se ha centrado en el sector farmacéutico. En 2008 creó sus dos empresas –Escuela de Farmacia (EDF) y Gestión y Marketing Farma (G&M)–, pero también se dedica profesionalmente a su otra gran pasión: enseñar. Formada como coach en salud emocional y optimismo inteligente, imparte conferencias y charlas de formación.
Cree que las emociones nos llevan a ser lo que somos como personas, como equipo. “Lo importante de una empresa son las personas, no los números. Cómo les motives y den lo mejor de sí mismas”, explica.
"La inteligencia emocional es esencial para trabajar en equipo"
Ya cuando estaba en el cole le gustaba enseñar. “Creo mucho en el destino y poco a poco me fui enfocando en el mundo de la formación”. De hecho, es profesora de la UCM en el Máster de Marketing Internacional y del CEU San Pablo en el Máster de Atención Farmacéutica.
“Fui investigando sobre inteligencia emocional. Sobre cómo gestionar las emociones, la asertividad... Empecé a dar charlas en laboratorios, en colegios... y hoy en día es mi segunda profesión, por un lado mis dos empresas sobre consultoría y formación en farmacias, y por otro mi trabajo como ponente”, cuenta. La acaban de fichar en la agencia Helpers Speakers.
Nuestra mejor versión
Carolina explica que la mayor parte de los pensamientos que tenemos están en piloto automático, pero hay que tratar de ser consciente de lo que se piensa. ¿Por qué? “Pues porque las circunstancias son las que son, pero la actitud que tomamos es solo cosa nuestra. Si uno está bien, lo irradia a su alrededor; si uno cambia, el resto cambia”.
“Las empresas quieren personas felices –asegura– que sean capaces de decirse las cosas bien”. Por eso es fundamental “saber quién soy y tratar de ser mi mejor versión”.
Por otro lado, es igual de importante que las empresas tengan a sus trabajadores en los puestos que más se adaptan a ellos. Es decir, “si tienes una persona que se le da bien la atención al público, no la tengas encerrada en un despacho. La inteligencia emocional es fundamental para trabajar en equipo”, afirma.
“Lo que más me gusta de dar formaciones es poder ofrecer herramientas a las personas para que sean más felices"
Si quieres, no puedes... todoPara Carolina no todo es de color de rosa. Para que las cosas vayan bien es necesario entender que la vida tiene límites, que nosotros tenemos límites. “Por eso hay que conocerse, saber qué cosas se nos dan bien y cuáles no. Y tener claro que puedes querer algo, pero no poder conseguirlo. Por ejemplo, puedes querer jugar en la NBA pero, si mides 1,50, lo más probable es que no ocurra”.
Hasta las emociones negativas tienen su papel. Nos dan una información muy útil sobre algo que no va bien.
“Soy una facilitadora”
“Lo que más me gusta de dar formaciones es poder ofrecer herramientas a las personas para que sean más felices. En ese sentido, me gusta considerarme una facilitadora, es decir, facilitar a quien acude a mis charlas o a mi asesoramiento personal que pueda llevar una vida más plena”, sugiere.
Carolina es creadora del programa Las llaves del corazón.A través de él explica que no se puede dejar el corazón abierto a todo el mundo porque entonces la vida depende de la opinión de los demás. “Me convierto en una marioneta, los demás deciden por mí cómo me siento. Por eso hay que saber a quién se deja entrar y a quién no. Existen una serie de llaves maestras que nosotros no podemos decidir (padres, hijos, amigos...), pero del resto hay que elegir a quién dejamos entrar”, afirma.
Considera que es importante aprender a gestionar el corazón desde pequeños. Por eso, uno de sus próximos proyectos es preparar un cuento para niños basado en esta idea.