Boadilla y su historia

El infante don Luis retratado en familia

Además de los retratos del infante don Luis, contamos con una serie de obras en las que este no es el protagonista, pero sí forma parte de las mismas y en las que se representa a su familia en diferentes momentos de nuestra historia y la del propio infante.

 

Louis-Michel Van Loo fue retratista oficial de la corte hasta 1753 en que regreso a París. Este autor francés, retratará en varias ocasiones al rey Felipe V y su esposa Isabel de Farnesio demostrando un gran virtuosismo técnico, que pone de manifiesto en el tratamiento de las telas, joyas y escenografías siempre de gran elegancia y nobleza.

Su obra más significativa en España será un gran retrato familiar de Felipe V e Isabel de Farnesio, con sus hijos, nietas y nueras. Se trata de una obra ficticia ya que todos los personajes que en ella aparecen no estuvieron en la corte en ese momento (1742- 1743): el futuro rey Carlos III desde 1735 era rey de Nápoles (Carlos VII) y de Sicilia (Carlos V); Felipe I de Parma abandonó España en febrero de 1742 con destino a Italia para conquistar los ducados padanos; y la infanta Mariana Victoria se había casado con José I de Portugal en 1729.

    Cuadro final, boceto y dibujo

    Este gran cuadro de 1743 tiene unas dimensiones de 408x520 cm y se puede contemplar en el Museo del Prado o en el palacio de la Granja, donde se conserva una copia. En el Museo de Versalles se custodia un boceto y en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando un dibujo preparatorio. Este último se concreta en un dibujo en papel, con tintas negra y sepia, presenta varias diferencias respecto a la obra definitiva.

    • La primera es la ausencia de la hija del futuro rey Carlos III y María Amalia de Sajonia, la infanta María Isabel Antonia (1740-1742); y la hija de Felipe I de Parma y Luisa Isabel de Francia, Isabel de Borbón-Parma (1741- 1763), primas que juegan en un primer plano con un perro en el gran cuadro. En el dibujo de la Real Academia, en primer plano jugando con el perro figura la hija pequeña de los reyes, la infanta María Antonia Fernanda (1729-1785), futura reina de Cerdeña.
    • La segunda diferencia es que en el dibujo la infanta María Teresa Rafaela, que se casará con el delfín de Francia, se la representa a la derecha de su padre Felipe V, mientras que en el cuadro se ubicará junto a su cuñada Luisa Isabel de Francia (sentada) y su hermana María Antonia Fernanda (con abanico).
    • Por último, nuestro protagonista, el infante don Luis, en el dibujo de la Academia se ubica junto a su cuñada Luisa Isabel de Francia (sentada) y apoya su brazo izquierdo en el respaldo de la silla. Sin embargo, en la obra definitiva del Museo del Prado el infante don Luis se nos muestra como un joven de 15 años que se encuentra a la derecha de su madre dejándonos claro que se trata de su favorito.
     

    El triunfo de Isabel de Farnesio

    También contamos con una obra de 1739 dibujada por Louis-Fabricius Dubourg y grabada por Pierre Tanje, ambos miembros de la Academia de Dibujo de Amsterdam, que lleva por título El triunfo de la reina Isabel de Farnesio y del que se conserva una copia en la Biblioteca Nacional de España.

    En la parte superior, una inscripción que podemos traducir como “Feliz reina, madre fecunda/ a mis hijos les aseguro un destino digno de mi/ y soy las delicias de un rey/ quien engorda por su virtud las delicias del mundo”, nos ilustra perfectamente sobre dos de las grandes obsesiones de la reina Isabel de Farnesio. Por un un lado, contentar el ardor amoroso de su esposo; y, por otro, la búsqueda de un buen destino para su prole.

    Esta última circunstancia se aprecia en la obra, donde el infante don Carlos, futuro Carlos III, posa su mano sobre la corona como rey de Nápoles desde 1734.

    De igual modo, unos amorcillos ofrecen al infante don Felipe las insignias de las órdenes militares y junto a él se observa una corona que reflejaría la intención de su madre de conseguir para su hijo el ducado de Parma, que no obtendría hasta 1748 tras la paz de Aquisgrán. Otro ángel entrega a la infanta doña María Victoria un escudo con las armas de los Braganza, reyes de Portugal, representando el matrimonio de esta con el infante José en 1729, que reinara en el país vecino en 1750 como José I.

    Por último, nuestro protagonista, el infante don Luis arrodillado en primer término, porta en su mano izquierda el báculo de arzobispo con la correspon- diente cruz con dos travesaños, que le es entregado por una mujer tocada con la tiara papal y que representa la iglesia de Roma. A su vez, tres putti le entregan el báculo, la mitra y el capelo, símbolos de su estatus religioso como cardenal.

    El grabado está fechado en 1739, cuando el infante don Luis ya ocupaba el arzobispado de Toledo desde 1735 y el cardenalato de Santa María de la Scala de Roma, que había obtenido ese mismo año con tan solo siete años de edad. Por su parte, también ocuparía el arzobispado de Sevilla en 1741.