El pintor de Módena Francesco Battaglioli realizó en 1756 dos vistas o vedute del palacio de Aranjuez para Carlo Broschi, el famoso castrato conocido como Farinelli, director del Coliseo del Buen Retiro y del de Aranjuez y gran protegido de los reyes.
Battaglioli, que también llevó a cabo las decoraciones teatrales de los palacios de Aranjuez, Buen Retiro y Palacio Real de Madrid, refleja en uno de los dos cuadros la celebración de la onomástica del Rey Fernando VI en Aranjuez, en el que se observa el paseo del Rey y su esposa, Bárbara de Braganza, acompañados de su corte. El título de esta obra es Fernando VI y Barbara de Braganza en los jardines de Aranjuez y se custodia en el Museo Nacional del Prado tras su adquisición en 1979.
La reina sufría de asma crónica y de un excesivo peso como consecuencia de su desmesurada afición a la buena mesa, todo lo cual contribuía a que se fatigase con mucha facilidad. Por ello, en estos últimos años de su vida se servía en ocasiones de una silla de ruedas.