Concejales, trabajadores del consistorio y representantes de la Policía Local han guardaron un minuto de silencio en el parque Miguel Ángel Blanco y más tarde se ha realizado una ofrenda floral ante el monolito que recuerda a las víctimas de la banda terrorista.
El alcalde, Javier Úbeda, ha recordado lo ocurrido hace 24 años y ha reivindicado “el espíritu que nació del atentado, diciendo no a la violencia. No a la vileza y a la cobardía. No a cualquier ideología incapaz de sostenerse con argumentos, sino tan solo con pistolas”.
“Miguel Ángel no murió en vano”, ha añadido. “Su triste asesinato, que jamás debió haber ocurrido, nos mueve a quienes creemos en la libertad y la democracia a seguir trabajando por esos valores. Su recuerdo, y el de todas las víctimas de ETA, es nuestra fuerza”, ha concluido Úbeda.