Sociedad

Proyecto para levantar en Boadilla el Sagrado Corazón más grande del mundo

La Asociación de Devotos del Corazón de Jesús de Boadilla, creada por laicos de la parroquia del Santo Cristo de la Misericordia, lleva años trabajando en un gran monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Su emplazamiento será en una pequeña parcela entre la M-50, la M 501 y la Ciudad Financiera cedida en 2019 por el Ayuntamiento de Boadilla para este fin.

 

En junio conocimos más detalles de esta original figura de Jesús ideada por el artista Javier Viver (Madrid, 1971), de 37 metros de altura y 60 de envergadura, lo que la convierte en la más grande del mundo de estas características. Su emplazamiento será en una pequeña parcela entre la M-50, la M 501 y la Ciudad Financiera cedida en 2019 por el Ayuntamiento de Boadilla para este fin.

Y ya se ha dado a conocer también cuánto costará: se estima serán unos 17 millones de euros (el 10% se dedicará a obras de caridad). Sus promotores, la Asociación de Devotos del Corazón de Jesús de Boadilla y la Fundación Vía del Arte (grupo de artistas que trabajan por renovar el arte sacro), han puesto en marcha una campaña de donaciones por fases para recaudarlos. De momento, han recibido 108.000 euros.

  • En esta primera fase, cuyo objetivo es alcanzar en febrero de 2026 los 135.000 euros, se ha lanzado la campaña de comunicación y captación de donaciones. Con estos fondos se redactará también el anteproyecto técnico para poder iniciar los trámites burocráticos y solicitar los permisos municipales para levantar el monumento.
  • La segunda tiene como objetivo recaudar 5 millones de euros para hacer el proyecto arquitectónico y técnico definitivo, y poner la primera piedra, prevista para junio de 2027.
  • Y la tercera se ha fijado un objetivo de captación de fondos de 11,8 millones de euros, que serían destinados a terminar la construcción. Si todo va bien, el plan es inaugurar el monumento el 27 de junio de 2030.
 

Símbolo de concordia y unidad

La ambiciosa propuesta de Javier Viver, un escultor con propuestas artístico-estéticas modernas y de gran espiritualidad, reconocido por obras como la virgen de Iesu Communio (La bella pastora), que le lanzó a la fama, o La madre de Hakuna; se basa en una “experiencia inmersiva-sensorial con el corazón de Jesús abierta a todos, seas creyente o no.

Por eso tiene ese gesto (brazos abiertos) que recuerda a lo que decía el papa Francisco, fratelli tutti: todos somos hermanos. Aquí lo que se pretende es hacer un símbolo de concordia y unidad de todos los hombres”, nos explica Viver.

El interior del monumento albergará un corazón dorado de 2,5 metros de diámetro, que descenderá y ascenderá lentamente cada día a través de un sistema de poleas que se activará con la luz del amanecer y los últimos rayos del ocaso. Los visitantes podrán oír el latido de ese corazón. Y la luz exterior llegará a través de varios orificios y grietas en el cuerpo de Jesús que toman como referencia las heridas documentadas en la Sábana Santa, sobre la que también se basa la creación de la imagen de este Jesús de Javier Viver.

¿Y si no se consigue el objetivo económico para hacer este monumento que aspira a ser una referencia espiritual mundial? “Se adaptará y hará un proyecto de menor tamaño”, afirma Eva María Fernández Antón, secretaria de la asociación.

Entre las voces en contra, están las de católicos que entienden el espíritu religioso de una manera más humilde y menos “magnánima”. O de quienes creen que con ese dinero se podrían hacer también grandes obras sociales. También algunos vecinos han mostrado su preocupación por que esa zona de Boadilla se convierta en un lugar de peregrinación masiva, aunque lo cierto es que el espacio está apartado de las zonas residenciales.

De momento, el proyecto, aparte de recaudar los fondos para construirlo, también ha de superar los trámites burocráticos. Y en ello están.