Este incremento obedece a la necesidad de más personal y ampliar los servicios para atender el crecimiento de la población de Boadilla del Monte de estos últimos años (quince mil habitantes más durante los últimos siete años).
Se mantiene la filosofía de años anteriores: no aumentar la presión fiscal sobre los vecinos en tributos como el IBI y el impuesto de vehículos
Se mantiene la filosofía de años anteriores: no aumentar la presión fiscal sobre los vecinos, manteniendo el tipo impositivo al mínimo en aquellos tributos que les afectan de manera directa (IBI y el impuesto de vehículos).
Comparando los ingresos previstos en 2026 con los de presupuestos anteriores, se observa una reducción de los impuestos directos debida, fundamentalmente, al aumento de las bonificaciones del IBI; un aumento de impuestos indirectos (el ICIO sobre todo, que afecta a la construcción); un aumento de las tasas y precios públicos (por la nueva tasa de basuras, 4,2 millones de euros previstos) y la actualización de precios públicos; y un aumento de las transferencias corrientes recibidas del estado, ligadas también al mayor número de habitantes.
Respecto a los gastos, suben un 3,9 % los de personal (31.5 millones de euros); un 11,5 los gastos corrientes (49 millones de euros), por el nuevo contrato de limpieza y recogida de basuras (su coste se incrementa el 52,7%) o los de mantenimiento de la ciudad.
Se mantienen e, incluso, aumentan, los beneficios fiscales para los vecinos, porque se aprobó la modificación del 40% al 45% de la bonificación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles de naturaleza urbana de uso residencial para hogares que instalen sistemas para energía solar para autoconsumo.
Los presupuestos para el 2026 se pueden consultar en este enlace