Juan Carlos Martín, concejal de Medio Ambiente, Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Boadilla del Monte, tomó posesión de su acta el pasado mes de febrero, tras la forzada dimisión de su compañera de partido María Jesús Díaz. Un hecho que pasó prácticamente desapercibido debido al convulso ambiente político que vivía Boadilla del Monte durante esos días.
Este segoviano de 45 años y padre de una hija, tiene estudios de administrativo y es asesor fiscal de profesión. Actualmente vive a caballo entre Boadilla del Monte y la ciudad en la que nació. Llegó a nuestro municipio en 2003 procedente del Ayuntamiento de Segovia. Allí fue durante doce años concejal, ocho de ellos en calidad de primer teniente de alcalde. Ha sido en el consistorio segoviano donde ha desarrollado gran parte de su carrera política, en la que tuvo como mentor a la fallecida Loyola de Palacio.
El destino le ha llevado de ocupar una mesa en el pasillo de la tercera planta del consistorio –era el coordinador del área de Medio Ambiente antes de prometer el cargo de concejal–, a su actual despacho de concejal, situado a escasos metros.
Desde que llegó al consistorio boadillense, ha pasado por distintas áreas de responsabilidad: obras, limpieza y basuras, jardines, medio ambiente... Ahora vuelve a la primera línea política, aunque reconoce que le gustaba más “estar en la sombra”, trabajando con los técnicos por mejorar los servicios básicos del municipio.
¿Ha notado mucha diferencia de trabajar en una ciudad como Segovia a Boadilla del Monte? En general, en cuanto a la gestión, no más que la que pueda haber entre una ciudad histórica, como es Segovia, con otra más moderna como Boadilla.
Sí hay una gran diferencia en cuanto a la calidad de los servicios y las infraestructuras que hay aquí. Cuando llegué me quedé muy sorprendido de cómo funcionaban las cosas y cómo estaba estructurado todo. Me refiero a la limpieza de las calles, los servicios, las zonas verdes, instalaciones deportivas... La calidad de vida que se disfruta en Boadilla del Monte está muy por encima de otras ciudades que conozco. La gente es muy abierta, educada y correcta... Cuando vienen al despacho, piden cosas bastante razonables.
¿Cuáles son las preocupaciones que le trasladan los vecinos? La principal, el monte. Hay mucho interés entre los vecinos, más del que uno se puede imaginar, por lo que va a pasar con el monte de Boadilla. Quieren saber qué vamos a hacer. Incluso están vigilantes sobre lo que se puede hacer y qué no.
Nuestro principal objetivo es proteger el monte entero, por lo que pueden estar tranquilos todos los vecinos. Seguimos trabajando con la Comunidad de Madrid para lograr la declaración de Monte de Utilidad Pública para todo el monte. Es un proceso más complicado de lo que parece, pero que llegará próximamente a su fin.
Pero no se debe confundir el uso del monte con su protección. Haciéndolo bien, la protección del monte no debe estar reñida con el uso u disfrute del mismo por parte del vecino.
¿Qué proyectos tienen en este sentido? Próximamente, vamos a iniciar los trabajos de mejora del patrimonio natural en la zona de la Vega del Arroyo de la Fresneda –área que hay entre el palacio y el polideportivo–. Es un proyecto de casi 500.000 euros de inversión para el que contamos con una subvención del 50% del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
Esto nos va a permitir recuperar el arroyo de la Fresneda, reforestar la zona, instalar cajas nido para pequeñas aves y rapaces nocturnas. Dentro de esta actuación, también se van a acondicionar y señalizar los caminos con paneles informativos sobre la fauna y vegetación existente en la zona, rutas. Habrá un centro de observación de aves y vamos a mejorar el uso recreativo y deportivo que hacen los vecinos de esa parte del monte.
Respecto al monte norte, este verano vamos a instalar una torre de vigilancia contra incendios. En este sentido, y con el objetivo de trabajar la educación ambiental aprovechando el recurso del monte, tenemos previsto organizar una especie de voluntariado para los niños y sus padres, de forma que sean partícipes también de las labores de vigilancia y cuidado del monte.
Dirige también el área de Salud y Consumo. ¿Cómo van las gestiones para abrir el segundo centro de salud? Diez días después de mi toma de posesión, acompañé al alcalde a un encuentro con el director general de la Consejería de Sanidad para tratar este tema. Nos garantizó que el próximo año se empezarían las obras. La próxima semana tenemos una reunión con Juan José Güemes [consejero de Sanidad] para tratar también este tema.
Pero el área de Sanidad abarca también otros asuntos como es el control de las condiciones de salubridad de los establecimientos de Boadilla, el de las plagas, de la calidad del agua que llega a las casas, el programa de prevención de la legionella, los animales, las piscinas... Asuntos en apariencia menores, pero que no lo son y que afectan mucho al vecino. Para ello contamos con técnicos y personal muy cualificado.
Estamos también muy satisfechos con la labor desarrollada desde la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC). Este servicio ha canalizado más de 3.000 gestiones, de las que se han resuelto unas 600. Recibe reclamaciones y quejas relacionadas con los servicios de las compañías de telecomunicaciones, agencias de viajes, principalmente. Queremos que más vecinos lo conozcan.