Cultura

La iglesia de San Cristóbal y sus nuevas campanas

El pasado 11 de marzo llegaban las nuevas campanas que, una vez terminen los trabajos de restauración, se podrán oir en el campanario de la iglesia de San Cristóbal. En total serán ocho: siete de nueva fabricación y una antigua.

 

El pasado 11 de marzo llegaban las nuevas campanas de la iglesia de San Cristóbal, actualmente en proceso de restauración. En total, este templo de origen mudejar lucirá ocho campanas de estilo gótico: siete son nuevas, y mantendrá una de las que ya tenía, fechada en el s. XVIII, “dado que se encuentra en buen estado de conservación” afirma Gabriel Rivera, maestro fundidor de campanas de la empresa cacereña encargada de su elaboración, Campanas Rivera.

 

Como curiosidad, cada campana tiene su propio nombre. La más antigua se llama Santa Rosa. El resto: Nuestro señor Jesucristo, Nuestra Señora de la Virgen del Rosario, Virgen del Carmen, San Babilés, San Cristóbal, San Sebastián y San Isidro Labrador. Cada una lleva grabada, aparte de su nombre, una leyenda y el nombre del párroco de la iglesia que las encargó, en este caso el actual cura, Julio Rodrigo.

 

La de mayor envergadura tiene 210 kilos de peso; y la más pequeña, 75. En cuanto al material utilizado para su elaboración, se compone de una aleación de 80% de cobre y 20% de estaño.

 

A punto de concluir las obras

 

Respecto a la marcha de los trabajos de restauración de la iglesia, cofinanciados por el Ayuntamiento de Boadilla y la diócesis de Getafe, se prevé que estén terminados durante los próximos dos meses. A continuación se hará la valla perimetral.

 

La restauración de la iglesia de San Cristóbal se inició en 2006 bajo la dirección del arquitecto José Ramón Duralde. Las obras de restauración se han demorado más de lo previsto debido a los frescos y vidriedras encontradas. Hallazgos que han obligado además a incrementar el presupuesto de la obra. Las nuevas investigaciones llevadas a cabo por los investigadores sitúan la construcción y origen de San Cristóbal en el siglo XIII, hacia el año 1.200.