En esa magnífica colección se encuentran tres imágenes de Boadilla del Monte (dos de ellas son muy parecidas). Estas fotografías quizás fueron tomadas en alguna de las salidas mensuales que Vicente Nieto realizaba junto con otros miembros de la Real Sociedad Fotográfica Española, y que él mismo reseñaba posteriormente en el boletín de la Real Sociedad. Estas excursiones constituían el momento en el que Vicente Nieto podía desarrollar su pasión por la fotografía. Según relata el propio Vicente en el documental sobre su vida y obra, estas excursiones no podían realizarse a destinos que superasen los cien kilómetros de distancia ya que esto implicaba un coste económico que no podían sufragar.
Las fotografías realizadas en Boadilla del Monte están fechadas en 1961. La primera de ellas corresponde a un grupo de niñas que posan para el fotógrafo frente a una de las fachadas del palacio del Infante don Luis. Las niñas, de no más de ocho años, serían alumnas del colegio gestionado por el Auxilio Social que a tal efecto utilizaba entonces el Palacio de Boadilla. Sin lugar a dudas, se trata de la imagen que refleja más felicidad y alegría de cuantas se conocen de las niñas que pasaron por este colegio.
La segunda de las imágenes tomadas por Vicente Nieto en Boadilla es mucho más dura que la anterior. Se trata de dos hombres de edad avanzada que se calientan al calor de una pequeña lumbre encendida en el espacio abovedado existente bajo las escaleras situadas más al este y que comunican la primera con la segunda terraza del jardín del palacio. Junto a ellos, un escuálido perro, y en el suelo, un fragmento de una balaustrada como la que delimita el jardín.
Los retratados ni siquiera miran al fotógrafo. Por las polainas de cuero que porta unos de ellos, podría tratarse de alguno de los guardas del monte. Se trata de una escena propia de ese neorrealismo fotográfico ya comentado, que refleja a la perfección la dura vida, todavía en los inicios de los años sesenta, en localidades tan cercanas a la capital, que contrasta con la alegría, euforia y candidez de las niñas que posan en la otra fotografía.