En 2020 nació la Escuela Deportiva Santander, una pequeña escuela de atletismo en pista: “Tuvimos 50 niños el año pasado y alcanzaremos los 60 ahora, en edades comprendidas desde los 8 años hasta los 20”, nos cuenta su presidente, Alberto García.
Un club con una filosofía muy concreta: que los niños practiquen todas las disciplinas del atletismo (velocidad, saltos, lanzamientos, vallas...) y potenciar la mejor versión de cada deportista en un ambiente sano y divertido que fomenta la pasión por este deporte. “En el atletismo, las disciplinas son unas complementarias con otras. Practicarlas todas les prepara mejor físicamente y acaban siendo más competitivos. Luego, ya cada uno se especializa en la que destaca o le gusta más”, aclara.
También la escuela nació con un fin social. Desde sus inicios han ofrecido la oportunidad a niños y adolescentes vulnerables en riesgo de exclusión social (por razones económicas, de alguna discapacidad...) a que participen en los entrenamientos y las competiciones en igualdad de oportunidades, favoreciendo así las relaciones personales y sociales entre todos ellos, empatizar y aprender valores como tolerancia y respeto al diferente.