Imagino que esa experiencia docente ayuda ahora en la gestión de una editorial cuyo mayor volumen de negocio está en el libro de texto. Sí. Aporta cercanía a la escuela que es imprescindible para hacer bien nuestro trabajo.
¿Qué queda de los orígenes de esa iniciativa que empezó casi en plena Guerra Civil española para imprimir los apuntes de los profesores en lo que es hoy el grupo SM? Pues queda el propósito: educar en el bien común para un mundo mejor. Permanece también la conexión con la escuela. Somos propietarios de 18 colegios en España y uno en Brasil. Una conexión que nos desafía y nos enriquece a la vez.
También el compromiso con la educación, la búsqueda de la calidad, la generosidad, que hoy se expresa en la labor de la Fundación...
Hemos sido siempre pioneros... En el uso del color en los libros de texto, en toda la parte de ciencias (matemáticas, ciencias naturales...) con el uso de la ilustración, las imágenes, los esquemas, la apuesta por un buen diseño... También fuimos pioneros en la edición de literatura infantil y juvenil, que hoy mantenemos... Entendemos que la lectura es una de las claves del aprendizaje, del bienestar, del crecimiento personal... Todo lo que cuidemos y promovamos la lectura es una buena inversión.
¿Leen los jóvenes? ¡Sí! Los jóvenes están leyendo muchísimo. Ha crecido la venta de libro juvenil e incluso hemos creado un sello dirigido a los jóvenes que quieren despegarse de la escuela (más allá de los 17-18 años): TBR (To be read). Uno de nuestros últimos lanzamientos, Un corazón por Navidad, ha sido número uno.
Hablamos de otro libro: el de texto. ¿Cómo ha evolucionado estos últimos años? ¿Volvemos al libro en papel? Bueno... Se está evaluando la eficacia de las decisiones que se han tomado los últimos años (la tablet, el libro digital, los que funcionan sin libro...). Lo que no es fácil, después de haber convencido a las familias de que ese era el futuro, y sí me parece valiente: evaluar lo que aporta cada caso, lo que no aporta y corregir si es necesario.
Sería irresponsable prescindir de la tecnología en la educación, que creo que tiene sentido cuando me ayuda a hacer cosas que de otra manera no podría hacer. Porque puedo atender a la diversidad, porque puedo simplificar el trabajo del profesor, porque puedo llegar a mis alumnos de otra forma. ¡Utilízala para lo que te favorece! Para mí el secreto es algo mixto entre el libro físico y la tecnología.
"La tecnología en la educación tiene sentido cuando me ayuda a hacer cosas que de otra manera no podría hacer (...) Para mí el secreto es algo mixto entre el libro físico y la tecnología"
Por otra parte, me preocupa que no se valore lo que es un libro de texto. No es solo papel. El papel no es los más costoso. Lo costoso es el proyecto que hay detrás, es el contenido. Hay una investigación, un pensamiento, un planteamiento metodológico, unos contenidos digitales complementarios. No son unos apuntes. Es algo muy pensado, con un principio y un final, donde existe un compromiso.
Como editorial tenemos también un proyecto educativo, unos valores. Para mí la clave al final es el profesor, al que hemos de darle toda la ayuda y facilitar su trabajo. Y ahí las editoriales cumplimos un papel muy importante como intermediario que te facilita. Son un bien para el sistema educativo que no es solo la escuela. Ahí están también las familias, la administración pública, los medios de comunicación... Todos aportamos a este sistema.
¿Cuánto tardan en preparar un libro de texto? Aproximadamente un año, pero estamos acortando los plazos.
¿Qué retos tiene por delante el sector editorial en este sentido? El principal reto ahora es la personalización, algo en lo que nos va a ayudar la inteligencia artificial. Y la tecnología. Queremos dar respuesta a las necesidades de cada profesor, de cada alumno, de cada institución, en cada comunidad autónoma, en cada país... E incorporando la tecnología de forma equilibrada, útil, para poder hacer cosas que sin ella no podríamos hacer. Tenemos una plataforma digital que utilizan más de 1.000 colegios en España.
Desde su perspectiva, ¿cómo ve la educación en España? La educación en España está con algunos desafíos importantes. Entre ellos, la gran diversidad en las aulas, la orientación a una enseñanza más competencial, las necesidades socioemocionales de nuestros niños y adolescentes. A lo que se añade el descenso del número de alumnos.
Para dar respuesta a esto, debemos apoyarnos en los docentes y cuidarlos. Y por otra parte, por lo que toca a la administración, hay que intentar disminuir la burocracia, aumentar la confianza mutua...
¿Cómo abordan ese futuro desde SM? Adaptándonos al contexto.
¿Cuántos son aquí en Boadilla? Exactamente trabajan 343 profesionales entre los editores, ilustradores... Los directores de diseño e ilustración y resto de áreas. También tenemos la tecnología de gestión y educativa, que es propia. Hay más de 100 personas trabajando directamente en tecnología. Luego tenemos 50 personas en el almacén de Getafe y una red de 130 comerciales en toda España. En total, somos unos 550 empleados.
Terminamos. ¿Algo que le gustaría añadir? Sí. Agradecer el premio Creando futuro que nos concedió en 2023 la Asociación de Comercios y Empresas de Boadilla del Monte (ACBM). ¡Muchas gracias por este reconocimiento!