Normalmente, sacamos a nuestros perros unas tres veces al día para que puedan hacer en el exterior sus pises y cacas. Pero, ¿qué ocurre en ese rato? ¿Vamos estresados tirando de la correa? ¿Miramos el móvil todo el rato y estamos ausentes?
En estas ocasiones, aunque el perro cumpla con su biología y haga sus necesidades, puede que el rato de paseo no haya sido nada agradable para él y que, en vez de relajarse, vuelva a casa igual o más estresado.
Ponernos en su lugar
- Para los perros, el olfato es el sentido más importante. Tienen más de 220 millones de receptores olfativos, frente a los 5 millones de los humanos. Por eso, es muy importante que puedan olisquear durante su paseo plantas, orines, rastros... Les relaja enormemente y les ayuda a conocer su entorno. También es aconsejable cambiar la ruta de vez en cuando para fomentar su curiosidad con estímulos nuevos.
- Respecto a la correa, procura, siempre que sea posible, que vaya un poco holgada para que tenga libertad de movimientos. Para eso se recomiendan las correas de adiestramiento (de 2 o 3 metros, incluso 5), no las extensibles. Las primeras se pueden regular según el entorno sin perder el control del animal. Y mucho mejor utilizar arnés. Los tirones en el cuello pueden causar problemas con el tiempo.
- Otro factor importante es nuestra actitud durante el paseo. Recordemos que somos el referente de nuestro perro y absorben nuestras emociones como esponjas. Intenta caminar de forma relajada, sin tirones, guiándole con suavidad. Detente cuando el animal pare a orinar o a olisquear algo. No le grites para que te haga caso. Si actúas con calma, él aprenderá también a estar calmado.
- También es importante acompañarle con nuestra atención, en vez de ir mirando el móvil o divagando en nuestra cabeza. De este modo, podremos anticiparnos a la presencia de otros perros, conoceremos mejor cómo reacciona nuestro animal ante determinados es- tímulos y, lo más importante, fortaleceremos el vínculo con él.
En resumen, intentemos que el paseo no sea algo automático y rutinario. Recordemos que, además de hacer sus necesidades, es el momento de relax y socialización de nuestro perro. Es conveniente respetar sus ritmos para que se sienta bien física y emocionalmente. Un paseo calmado será beneficioso para él y también para ti.