Reportaje

Cosas de Palacio

El Palacio de Boadilla vuelve a ser noticia. La inauguración de la explanada ha dado un aire más señorial, aún si cabe, al edificio. Mientras tanto, la Asociación Amigos del Palacio ha iniciado una campaña contra la cesión del mismo a la Fundación Autor de la SGAE. Y el PSOE de Boadilla, por su parte, acaba de presentar una nueva propuesta para facilitar su restauración, así como su uso y disfrute por parte de los vecinos.

 

La inauguración, a principios del pasado mes de mayo, por parte del consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, y del alcalde de Boadilla del Monte, Juan Siguero, de la reforma de la explanada del Palacio del Infante Don Luis ha ensalzado y recuperado para el municipio un espacio de ocio y disfrute que realza aún más este edificio.

 

Con esta actuación, que ha contado con una inversión de  2,7 millones de euros, se ha logrado devolver el trazado original al entorno del Palacio. Las obras han sido financiadas en su totalidad por la Comunidad de Madrid a través del Plan Regional de Inversiones y Servicios (conocido como PRISMA).

 

El proyecto toma como base el plano del catastro de 1868, en el que aparece una exedra –semicírculo– que configura una plaza y encuadra la fachada principal del palacio, donde se ubica su acceso, concebida para su contemplación. Culmina la exedra la gran fuente del arquitecto Ventura Rodríguez, artífice de todo el conjunto, que también ha sido restaurada. La carretera también se ha modificado, eliminándose la curva introducida hace años y dejando una recta paralela al edificio para respetar la exedra. Se ha pavimentado la zona de adoquines de granito, lo que realza todo el conjunto, ajardinado convenientemente y dispuesto una iluminación adecuada.

 

Con el fin de evitar las retenciones de vehículos que se producen diariamente en las salidas y entradas del municipio en las horas punta, se ha establecido un horario restringido –de 7 a 9 h. y de 18 a 20 h.– en el que se permite el paso de los coches por esta área de preferencia peatonal.

 

La restauración que no llega

 

La nueva antesala del Palacio pone aún más en evidencia la situación de dejadez de un bello edificio que espera pacientemente su turno de rehabilitación. Una restauración que no llega.

 

El edificio, propiedad del Ayuntamiento de Boadilla, fue cedido mediante concurso público en 2006 a la Fundacion Autor, entidad dependiente de la Sociedad General de Autores (SGAE). El ambicioso proyecto cultural y arquitectónico de la Fundación  Autor, preveía una inversión en el conjunto de 35 millones de euros para adaptarlo a sus necesidades: habilitación de oficinas y despachos, construcción de un auditorio bajo los jardines, biblioteca, salas de formación...

 

Pero lo cierto es que la Fundación lleva más de dos años con su proyecto de restauración parado en la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid. ¿El motivo? El conjunto, declarado Bien de Interés Cultural, goza de especial protección. Protección que el proyecto arquitectónico presentado inicialmente por la Fundación Autor no respeta. Así que los técnicos de la Comunidad de Madrid no pueden dar su visto bueno al mismo.

 

Oficialmente, el proyecto está a punto de desbloquearse. Discurso que se lleva escuchando años. Pero de puertas para adentro, lo cierto es que los políticos locales con competencias en la materia aprovechan cualquier encuentro con los responsables políticos de la Comunidad de Madrid para pedirles que, por favor, hagan algo al respecto. De momento, sin éxito.

 

Giro del PSOE

 

Sin visos a corto plazo de que la situación se solucione, el PSOE de Boadilla ha dado un importante giro en su postura al respecto. Los socialistas, que votaron a favor del convenio con la Fundación Autor –un tema en el que intervinieron altos cargos del partido en Ferraz, donde la SGAE se mueve bien, al igual que en las altas esferas de la Comunidad de Madrid– buscan ahora reconducir la situación de bloqueo actual.

 

Su portavoz, Pablo Nieto, ha señalado que “vamos a pedir un nuevo convenio en el que participen el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y la SGAE. Proponemos que se redacte un nuevo proyecto donde se contemplen varios usos compatibles entre sí: que haya una sala de exposiciones, un centro de interpretación y otra zona reservada para el patrocinador, la SGAE”. 

 

“La idea es que a la programación   del auditorio previsto, si Patrimonio dice que se puede hacer —puntualiza Nieto–, se incorpore la programacion cultural del Ayuntamiento, la de la Comunidad de Madrid y la de promoción musical de la SGAE. Y todo ello se acompañe de convenios con precios reducidos para los vecinos”. Una propuesta en la que se contempla que los vecinos puedan visitar y usar el Palacio, y que los socialistas van a llevar también a la Asamblea de Madrid.

 

 

Un especialista en patrimonio histórico

 

Ha restaurado la iglesia de San Cristóbal, la del Convento y todos los edificios que la rodean, entre ellos al antigua Casa de Capellanes, cuyas obras están a punto de finalizar.

 

Por el estudio del arquitecto José Ramón Duralde han pasado los edificios históricos más importantes de Boadilla del Monte. También ha trabajado, entre otros proyectos, en la recuperación de las Murallas de Ávila, el Monasterio de Suso o parte de la obra colonial española como responsable, durante diez años, del programa de restauración del Gobierno español en Latinoamérica.

 

Duralde es el artífice del nuevo aspecto que luce la explanada del Palacio del Infante Don Luis y su entorno (la plaza del Virgen del Rosario). ¿En qué se parece respecto a la original? “Se parece en la concepción global del espacio. Sabíamos que se quería tener una exedra –un semicírculo– con la fuente como clave del arco. No estaba pavimentada. Hay que tener en cuenta que el Palacio estaba en un entorno rural, en pleno campo, y que ahora está junto a una ciudad. El paseo existía. Hemos cambiado los olmos –atacados por la grafiosis– por tilos. En definitiva, se ha hecho lo que pedía el Palacio, y lo que quería Ventura Rodríguez”.

 

Pero un trabajo de estas características siempre entraña sus dificultades. “Por parte de las instituciones –Ayuntamiento de Boadilla y la Comunidad de Madrid–, todo han sido facilidades. Lo más difícil ha sido ver lo que ibamos a hacer a partir de lo que había, buscar una respuesta para cada caso. En este sentido, nos hemos dejado guiar por lo que nos pedía el Palacio. En la parte superior, teníamos una plaza del siglo XVII que no tenía nada que ver con la explanada y antiguamente formaba parte de las dependencias privadas del Convento. De todo ello no hay mucha documentación, pero sí suficiente para poder trabajar”.

 

El resultado final, un entorno ennoblecido, lo pueden disfrutar ahora los vecinos de Boadilla del Monte.