Boadilla y su historia

Crónicas boadillanas: sus mártires

El pasado mes de octubre se colocó una escultura en el municipio con la que el Ayuntamiento ha querido brindar homenaje a los Mártires de Boadilla que fueron asesinados al inicio de la Guerra Civil. Patricio Fernández, escritor y vecino, ha indagado en quiénes eran y así nos lo cuenta.

 

Han sido varios los vecinos que me han parado por la calle para preguntarme quiénes eran las personas que aparecen en la triple escultura de la calle Mártires. A través de diferentes fuentes, he podido averiguar parte de la historia de los tres protagonistas: Benjamín Sanz Rodríguez, Melitón Morán Herrero y Miguel Talavera Sevilla.

Benjamín Sanz Rodríguez

57 años de edad. Hijo de Cecilio y Juliana. Cursó sus estudios en el seminario de Ávila, donde fue ordenado sacerdote en 1903. En 1904 es nombrado coadjutor de San Marcos, y en 1908, capellán de las Franciscanas Terciarias. En 1911 pasa, como párroco, a San Cristóbal de Boadilla del Monte.

Fue detenido el 26 de julio de 1936 por algunos milicianos del pueblo y conducido a Madrid. Y asesinado y enterrado en el término de Pozuelo, en un lugar llamado Arroyo de los Meaques. Sus restos fueron exhumados en 1942 y trasladados al cementerio parroquial de Boadilla del Monte, junto con los del capellán de las carmelitas, don Melitón Morán Herrero.

Melitón Morán Herrero

72 años de edad. Hijo de Jenaro y Eulalia, tuvo un hermano gemelo, Aquilino, también sacerdote. Cursó sus estudios en Salamanca, donde fue ordenado sacerdote. Ejerció su ministerio en varios pueblos de esa zona y ante la presión anticlerical que sufría, su primo Juan Francisco Morán Ramos, Vicario General de la diócesis Madrid-Alcalá, le abre el camino a la capellanía de las Carmelitas Descalzas de Boadilla del Monte, donde llega en 1935.

El 20 de julio de 1936 una turba armada entra en el convento y el día 28 lo sacan de su casa para ser asesinado. Dos días antes habían matado al párroco don Benjamín.

Miguel Talavera Sevilla

18 años de edad. El 29 de septiembre de 1918, día de San Miguel, nace en Boadilla del Monte, el primero de los tres hijos del matrimonio formado por Ángel Talavera y Matilde Sevilla. Lo bautizaron con el nombre del santo del día.

Ingresa en el Seminario Conciliar de Madrid en septiembre de 1929. Hasta 1936, que empieza la guerra, transcurren siete cursos, durante los que Miguel estudia cuatro de latín y tres de filosofía.

Finalizado el curso, Miguel regresa a Boadilla desde donde es testigo de la persecución que sufre la capital. En Boadilla se crea un comité revolucionario que asume el control y distribuye las armas con las que se habían hecho en Madrid. Se invade y destruye parte de la iglesia parroquial, saqueando sus imágenes y objetos de culto; se asalta y saquea el convento de Carmelitas; y son asesinados, como ya hemos dicho, el párroco don Benjamín Sanz Rodríguez en Pozuelo de Alarcón y el capellán de las Carmelitas, don Melitón Morán.

Se supone que los milicianos obtuvieron los datos de Miguel en el asalto al seminario el día 18 de julio. En la acusación contra Miguel, que provoca su detención, consta “haber sido seminarista”. Es trasladado junto con otros tres paisanos del pueblo, acusados de “haber sido concejales de partidos de derechas, a las inmediaciones del paseo de Extremadura. Desde este momento, los datos sobre el destino de Miguel comienzan a ser confusos. No se puede precisar ni el lugar ni la fecha exacta de su asesinato. Se sitúa alrededor del 9 de octubre de 1936. Miguel pudo ser llevado “al alto de la cuesta de las Perdices”, según declaración de un tío de Miguel, que tuvo ocasión de preguntar sobre estos datos a un miliciano. Pero también pudo ser asesinado en el monte de Boadilla. Su cadáver no ha podido ser hallado.

Mi padre coincidió en varias ocasiones con Miguel Talavera Sevilla, ayudando a don Benjamín en los ejercicios de la misa, y juzgó la muerte de Miguel “como una gran injusticia, un acto criminal, era una grandísima persona y siempre deseoso de que le pidieras un favor para hacértele; Boadilla al completo lloró su muerte, era un hijo del pueblo”.

La causa de canonización de los tres fue abierta en Madrid el 18 de marzo de 2017.