Reportaje

Omara Portuondo: una leyenda cubana

Omara Portuondo es considerada la diva del Buena Vista Social Club y embajadora de la música cubana. A sus 88 años, esta bellísima mujer con fuego en el alma y en su música, se encuentra inmersa en su última gira mundial Last Kiss. Una de sus paradas será en Boadilla el próximo 5 de julio en las Veladas del Palacio. ¡Todo un privilegio!

 

¿Esta es su última gira mundial, verdad?

Esta es la última gran gira mundial, sí, eso es cierto. Pero que conste que no me retiro de la música, ya que es el motor de mi vida junto a mi hijo y mi nieta. Pero ha llegado el momento de agradecer tantos años de cariño y apoyo con una grandísima gira que nos ha llevado por Estados Unidos, Seúl, Singapur, Polonia...

Y tengo muchas ganas de encontrarme con mi querido público español. Tengo grandes amigos que residen en Madrid.

¿Cómo recuerda sus inicios en la música?

Fueron en el baile junto a mi hermana Haidée. Tengo hermosos recuerdos en casa, cuando mis padres, que se querían tanto, ponían música y todos cantábamos juntos.

Me considero una persona muy afortunada, pero a la vez tengo que decirle que no siempre fue fácil y tuve que trabajar mucho para alcanzar esta meta.

"La música es el motor de mi vida"

¿Podría vivir sin música? ¿Qué aporta a la vida?

Imposible, la música es el alma del pueblo. Me cuesta mucho pensar la vida sin música. Es mi forma de vivir, de comunicar y transmitir emociones.

Con la música comunicas, sientes, te emocionas. Es un recuerdo, un latir del corazón. Es parte del ser humano. Todas las culturas tienen una forma de hacer música para transmitir sentimientos.

A lo largo de su carrera ha conocido a gente sobresaliente como Edith Piaf, Nat King Cole... ¿Alguna anécdota que le haya marcado?

Muchas, desde los nervios de compartir escenario con los grandes, a charlas y experiencias juntos. Por tener anécdotas, tengo para escribir un libro entero.

"Saco fuerzas del amor que me rodea"

¿En una vida tan intensa y entregada al arte, tiene tareas pendientes?

Uy, me quedan muchas cosas aún por hacer, ¡si apenas soy una niña! –dice entre risas-. Recién editó un disco en homenaje al grandísimo Benny Moré junto a la talentosa Orquesta Failde y tengo algún que otro proyecto de camino, pero son ¡sorpresas!

¿De dónde saca la fortaleza Omara Portuondo?

Del amor que me rodea, de mi familia, mi hermoso hijo y nieta. Del cariño del público, que me apoya desde hace muchos años.

Se me llena el corazón cuando me encuentro con generaciones de familias que vienen a mi show y charlan conmigo. Bueno y también tengo que confesarle que aún hago estiramientos antes de salir al escenario, y no bebo ni fumo.

En julio, actúa en Boadilla del Monte, ¿con qué repertorio nos vamos a encontrar?

Pues un repertorio muy lindo, con clásicos como Bésame Mucho y Veinte Años, así como bellas sorpresas. Tengo el lujo de estar acompañada por el director musical y talentosísimo Roberto Fonseca, así como por su grupo que me arropan en cada show y hacen de cada canción una hermosa experiencia.

"Hay que dialogar y hacer las cosas de corazón"

¿Cómo le gustaría ser recordada en la historia de la música?

La verdad es que estaré agradecida si el recuerdo es un recuerdo de amor. Muchas veces nos llaman los embajadores de la música cubana y eso me llena de orgullo, pero a la vez de mucha  responsabilidad porque se trata de parte de la cultura cubana.

¿Qué es lo más difícil de una profesión como la suya?

Sin lugar a dudas estar lejos de mis seres queridos cuando estoy fuera.

¿Qué le diría a los jóvenes que quieren dedicarse a bailar, cantar... y encuentran oposición en su familia?

Que intenten dialogar y que hagan las cosas de corazón. El camino a veces no es fácil, pero si pones cariño y amor en lo que haces, al final acabas cosechando lo que plantaste. 

 

Más información: Omara Portuondo