Esta era la primera salida del equipo rojiblanco a tierras gallegas donde el año pasado no fue capaz de puntuar en sus desplazamientos. Conscientes los atléticos de esta situación, salieron a intentar llevar la iniciativa en el encuentro.
Así lo hicieron durante los primeros minutos, donde poco a poco fueron adquiriendo rentas de tres y cuatro goles que reflejaban el mayor poderío del equipo visitante.
Pero el Cisne es un equipo joven con mucha ilusión y lograba sorprender a los rojiblancos con contraataques rapidísimos y con los lanzamientos exteriores de su primera línea. Gracias a ello mantuvieron el marcador en diferencias cortas que les permitieron llegar a la segunda parte con solo dos goles de desventaja.
Dos exclusiones seguidas
Salida fulgurante de los de Boadilla que aumentaron la intensidad defensiva y empezaron a hacer mella en el equipo gallego, que se vio impotente para lograr goles con regularidad, el marcador se ponía a favor de los visitantes con diferencias de seis y siete goles. Letal como siempre Miguel de Lucas en el contraataque con un robo de balón espectacular.
Pero como viene siendo la tónica habitual en los últimos partidos, los rojiblancos volvieron a sufrir tres exclusiones casi consecutivas, lo que aprovechó el Cisne para volver a entrar en el partido y ponerse a sólo dos goles de los madrileños.
A partir de ahí, el caos se apoderó del encuentro y fueron los gallegos los que sacaron partido de esta situación con un parcial abrumador y colocando un renta máxima de cuatro goles a la finalización del partido. Euforia en la afición local, que después de haber visto el desarrollo del encuentro, no daba crédito a lo ocurrido en el centro de tecnificación de Pontevedra.
Próximo encuentro
Este domingo 25, a las 12,30 horas, vuelve la competición a Boadilla contra el BM Valladolid, filial del equipo Asobal, y que no será un rival fácil. Los de Boadilla necesitan seguir sumando puntos para no descolgarse de la cabeza del grupo y recuperar las sensaciones positivas.