El Ayuntamiento de Boadilla del Monte ha aprobado en Junta de Gobierno la convocatoria de un concurso público para la adjudicación de la primera fase de las obras de supresión de las barreras arquitectónicas y urbanísticas en las vías principales y peatonales del municipio. La actuación se está llevando a cabo a través de la concejalía de Obras y Movilidad Urbana.
Según ha informado hoy el Ayunyamiento, a través de un convenio de colaboración con el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) y la Fundación ONCE se realizó un estudio para realizar un diagnóstico de la situación de Boadilla en materia de accesibilidad y para crear un mapa de actuaciones que permita acabar con todas las barreras arquitectónicas existentes.
Esta primera fase, que cuenta con un presupuesto de ejecución de 304.691 euros, incorpora 96 actuaciones que van a llevarse a cabo en el casco urbano y vías principales del municipio. Se ha hecho un apartado especial con las actuaciones de las calles avenida Infante Don Luis, y Siglo XXI que forman parte de un proyecto integral de remodelación.
En paralelo a este primera fase, la Concejalía de Obras ha elaborado ya el proyecto de la segunda fase del plan Boadilla sin Barreras, que incluye en este caso más de 300 actuaciones y que acabará de manera definitiva con todas las barreras arquitectónicas de la localidad. El presupuesto para esta segunda fase es de más de 1,5 millones de euros.
Boadilla sin barreras
El plan Boadilla sin Barreras ha sido elaborado siguiendo el Plan Municipal Integral de Accesibilidad de 2004 y tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos del municipio, independientemente de sus condicionantes y circunstancias.
Plantea que las personas con algún tipo de discapacidad deben beneficiarse de las mismas oportunidades que los demás ciudadanos. Por eso, es fundamental eliminar cualquier tipo de barrera que dificulte la movilidad.
A su vez, en el estudio se ha tenido en cuenta que en la actualidad el número de personas que encuentran dificultades en su interacción con el entorno está aumentando en los países desarrollados como resultado del progresivo envejecimiento de la población y de los avances de la medicina que alargan la vida de personas con severas alteraciones funcionales.